La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos espera tener listo a principios del próximo mes un informe preliminar sobre las acusaciones israelíes de que una decena de sus empleados participaron en el ataque del 7 de octubre contra Israel, dijo el martes su representante en Líbano.
Israel ha acusado a 12 de los 13.000 empleados de la UNRWA en la Franja de Gaza de participar en el ataque dirigido por Hamás contra Israel el año pasado. Las reclamaciones surgieron cuando Israel se enfrentaba a un caso de genocidio en la Corte Internacional de Justicia por su guerra contra Gaza, y después de años pidiendo la disolución de la agencia.
La representante de UNRWA en Líbano, Dorothee Klaus, dijo a la prensa en Beirut que 19 donantes habían suspendido su financiación tras las acusaciones.
"Esperamos un informe preliminar de investigación a principios de marzo, en base al cual suponemos que los donantes analizarán sus decisiones de haber suspendido la financiación a la UNRWA", dijo Klaus.
La oficina de supervisión de la ONU está llevando a cabo la investigación. La UNRWA ha dicho que actuó rápidamente para hacer frente a las acusaciones, con su jefe Philippe Lazzarini despidiendo a los presuntamente implicados e informando al Secretario General de la ONU, así como a los Estados Unidos y otros donantes.
Israel había informado verbalmente a Lazzarini de las acusaciones contra los 12 miembros del personal, pero se filtraron a los medios de comunicación otras denuncias según las cuales un número mayor de empleados de la UNRWA tienen vínculos con Hamás.
Ni Israel ni otra fuente oficial ha compartido con la UNRWA un expediente en el que se alegue que 190 de los miembros del personal de la agencia en Gaza son militantes de Hamás o de la Yihad Islámica.
La UNRWA, la primera agencia de la ONU, fue creada por resolución de la Asamblea General en 1949 para atender a los refugiados que huyeron o fueron expulsados de sus hogares cuando se creó Israel.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, describió en enero a la agencia como "la columna vertebral de toda la respuesta humanitaria en Gaza" y ha hecho un llamamiento a todos los países para que "garanticen la continuidad del trabajo de la UNRWA para salvar vidas".
La agencia, entre cuyos principales donantes en 2022 se encontraban Estados Unidos, Alemania y la Unión Europea, ha afirmado en repetidas ocasiones que su capacidad para prestar asistencia humanitaria a la población de Gaza está al borde del colapso.
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