Mientras se esperaba la pronta concreción de un acuerdo para la liberación de algunos de los rehenes en poder de Hamás, se realizó en el Muro de los Lamentos de Jerusalén una ceremonia en memoria de los secuestrados y por las almas de las víctimas y los soldados caídos durante la guerra entre Israel y Hamás.
Varios judíos religiosos fueron los encargados de completar letras en rollos de la Torá, como salvación para el alma de los fallecidos y deseos de pronto regreso a casa, en el caso de los secuestrados, un ritual popular entre judíos.
A la ceremonia asistieron líderes religiosos, algunos familiares y amigos de las víctimas, como Shoham Peled que acudió a rezar por sus amigos secuestrados por Hamás, los gemelos Zviv y Gali Berman, de 26 años, capturados en el kibutz Kfar Aza donde residían. En Kfar Aza, Hamás cometió una de sus mayores masacres, una comunidad de no más de 400 miembros, donde casi un centenar fueron asesinados y una veintena secuestrados y llevados a Gaza.
"Los extrañamos, rezamos por ellos y deseamos que vuelvan a casa, juntos", declaró a la Voz de América esta joven israelí, que se mostró convencida de que tanto el gobierno de Israel, como el Ejército, van a hacer todo lo posible por traer a todos los cautivos sanos y salvos.
En la emotiva ceremonia en el Muro de los Lamentos de Jerusalén, sagrado para el judaísmo, decenas personas -muchos de ellos desplazados por la guerra de las comunidades del sur de Israel colindantes con Gaza- completaron la escritura de varios rollos de la Torá a las víctimas, textos que se colocarán en las sinagogas de esas localidades que sufrieron el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre.
Al evento asistieron el Gran Rabino de Israel, David Lau; el Rabino del Muro los Lamentos, Shmuel Rabinowitz, el rabino Shmuel Harman, junto con familiares de cautivos y víctimas mortales; y familias evacuadas por la guerra, tanto de las comunidades del sur de Israel, por el conflicto en Gaza, como del norte, donde el fuego cruzado en la frontera con Líbano está en su momento de mayor tensión con la milicia chií libanesa Hizbulá.
"Llevamos días esperando. Es muy difícil. No sabemos si estar felices o tristes. Porque no sabemos si está muerto o vivo", comentó con tristeza Dan Anteby sobre la situación de su yerno, secuestrado en el festival de música electrónica Nova, cerca del kibutz de Reim, donde Hamás mató a más de 360 jóvenes.
Anteby deseó que Israel anuncie un "un canje de rehenes por prisioneros" lo antes posible, cuando se espera que el Gobierno israelí de luz verde a un acuerdo para liberar rehenes a cambio de excarcelar presos palestinos y una tregua.
Según se ha filtrado a algunos medios israelíes, el acuerdo, que ya ha obtenido el visto bueno de Hamás, contempla la liberación de 50 rehenes -todos mujeres y niños- a cambio de la excarcelación de 150 presos palestinos que no estén condenados por delitos de sangre, así como una tregua de cuatro heridos.
La ceremonia de la escritura de las letras en los pergaminos de la Torá consiste en que un escribidor bendecido por un rabino, anota la letra que los fieles le piden, algo en memoria o por la salud de alguien.
Eso hizo hoy el chileno-israelí Isaac Isaac Wenger, uno de los escribidores que participó en esta ceremonia dibujando letras por el bienestar y éxito del pueblo de Israel, para la elevación de las almas de los caídos, por el bienestar de los soldados y por el rápido regreso de los cautivos.
"Para la elevación del alma de una persona que murió o para que un rehén llegue a salvo pronto, las personas me eligen como intermediario en sus plegarias y yo termino la letra en el rollo de la Torá", explicó.
Una vez terminados de escribir, durante el próximo año, los rollos de la Torá serán colocados en sinagogas en varias comunidades de las familias de los cautivos en la Franja de Gaza y en las bases militares del Ejército. El primer rollo de la Torá será llevado mañana al kibbutz Kerem Shalom, muy cerca del enclave.