El director general de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, advirtió este jueves que los problemas de hipertensión arterial crecen exponencialmente en Latinoamérica al grado de causar unas dos millones de muertes que pudieran prevenirse cada año.
El titular del organismo regional ofreció junto a otros expertos de la OPS una perspectiva de esta "silenciosa enfermedad" de la que se estima que en regiones como Centroamérica y el Caribe prevalece hasta en un 20 % de la población, y que en adultos debajo de 60 años se vuelve detonante de otros problemas de salud al no ser diagnosticada. Unos 180 millones de latinoamericanos son hipertensos, según estimaciones de la OPS.
“La hipertensión es tan prevalente que son millones de personas; un 18 % de población de las Américas tiene hipertensión, cuando vamos para las personas que tienen 65 años o más esto llega al 50 %; el gran problema es que una gran parte de esas personas no saben que tienen hipertensión”, dijo el jefe de OPS, durante conferencia de prensa para abordar el problema de cara al Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora el 17 de mayo.
La jefa de la Unidad de Enfermedades no Transmisibles, de la OPS, Silvana Luciani, enfatizó que la presión alta desencadena otros problemas de salud como diabetes y enfermedades coronarias que complican los cuadros clínicos de pacientes.
La OPS estima que la presión arterial alta es el principal factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, “que son la principal causa de muerte en la región” y que, en conjunto, “causan unas dos millones de muertes cada año”.
Más de un tercio de los hombres y una cuarta parte de las mujeres entre 30 y 79 años desconocen que son hipertensos, y si están diagnosticados, un tercio de estos no tienen esa condición médica bajo control.
Barbosa llamó a los gobiernos de los países latinoamericanos a poner atención en esta problemática de salud y ha asegurado que se deben “acelerar esfuerzos para ampliar y asegurar acceso equitativo a la atención de la hipertensión”, y ponerla como foco de atención de salud primaria.
El riesgo en la alimentación
Los estudios de OPS, parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican que el creciente aumento en la hipertensión está asociado a cambios significativos en la alimentación y hábitos de vida como el sedentarismo.
Los productos procesados, y ultra procesados, y la ingesta de sal y grasas saturadas estarían detrás de la obesidad que ya afecta a un 25 % de población en las Américas y esta, a su vez, genera condiciones para la hipertensión.
El jefe de la OPS dijo que con estos datos en la mano, los gobiernos de la región tienen la tarea de sumarse a otros países, como Chile, que han puesto especial atención en los etiquetados de productos alimenticios preparados para que la ciudadanía conozca con suficiente advertencia de los riesgos en los concentrados de sodio y otros compuestos que ofrece la industria alimenticia.
“Sino hay políticas públicas de acceso a alimentos saludables", dijo Barbosa, “estamos con un problema grave que debe recibir la atención y una mirada multisectorial”.
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