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La app que ha sido "una salvación" para entrada legal de migrantes a EEUU podría desaparecer


ARCHIVO - Martha Rosales, derecha, habla con migrantes principalmente de Cuba mientras esperan una cita para solicitar asilo en Estados Unidos a través de la aplicación CBP One el 22 de mayo de 2024 en Tijuana, México.
ARCHIVO - Martha Rosales, derecha, habla con migrantes principalmente de Cuba mientras esperan una cita para solicitar asilo en Estados Unidos a través de la aplicación CBP One el 22 de mayo de 2024 en Tijuana, México.

La aplicación CBP One ha ayudado a poner orden en la frontera y es vista como una herramienta útil para ayudar a reducir los cruces ilegales a EEUU, aunque podría desaparecer en el nuevo mandato del presidente Donald Trump.

Una enfermera que huyó de Cuba en el mayor éxodo de la nación caribeña en más de seis décadas necesitaba un lugar donde quedarse en México mientras esperaba para entrar legalmente a Estados Unidos usando una aplicación gubernamental. Una mujer que había vivido toda su vida en el mismo barrio de Tijuana necesitaba desesperadamente ayuda médica después de que el ataque de unos perros le causó heridas en las piernas.

Un conocido de ambas las junto. La enfermera Karla Figueredo se quedó con Martha Rosales durante tres días en octubre de 2023, esperando la cita fronteriza reservada a través de la aplicación CBP One y tratándole las mordeduras. Cuando Figueredo partió hacia Estados Unidos, Rosales le dio permiso para dar su nombre a otros migrantes.

La voz se corrió rápidamente y Rosales incluyó su hogar en un listado con al menos tres docenas de alojamientos para migrantes en su ciudad natal en la frontera entre Estados Unidos y México, donde aloja temporalmente a usuarios de la app CBP One.

Rosales, de 45 años, había sido atacada por cinco perros y, hasta que Figueredo la trató, utilizaba silla de ruedas. Contó que le pidió a Dios que, si no le amputaban los pies, ayudaría a cada cubano que pudiese.

CBP One ha facilitado la entrada de casi un millón de personas a Estados Unidos con permisos de dos años que dan opción a trabajar en el país, pero podría desaparecer una vez que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo.

Figueredo, de 25 años, trabaja ahora como auxiliar médico en la zona de Houston y mantiene contacto con Rosales, quien dejó su empleo como limpiadora en un banco para concentrarse en su refugio para migrantes. Las personas a las que aloja, en su mayoría cubanos, le llaman “Tía Martha” mientras ella prepara desayunos con panqueques, organiza fiestas de cumpleaños y los lleva a sus citas de CBP One.

Los defensores de la app CBP One sostienen que ha ayudado a poner orden en la frontera y reducido los cruces ilegales. Pero Trump ha dicho que la suprimirá como parte de una campaña antimigración más amplia. Los críticos apuntan que prioriza un sistema de lotería sobre las personas que llevan años viviendo en el país sin permisos mientras pagan impuestos y sobre quienes llevan años esperando una visa.

Dayron García, un médico de Cuba que se enteró de Rosales por un sobrino, se postuló con su esposa e hijos y planea establecerse con un amigo en Houston. Señaló que la casa de Rosales “se siente como familia” y que “CBP One ha sido una salvación”.

“Es una garantía”, manifestó García, de 40 años. “Entras con papeles, con libertad provisional”.

CBP One se estrenó con Trump y cambió con Biden

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) puso en marcha CBP One cerca del final del primer mandato de Trump como una vía para que los agentes de aduanas programaran inspecciones y para que los visitantes con visas de corta estancia pudiesen ampliarlas.

El gobierno de Biden extendió su uso a los migrantes para reemplazar un opaco mosaico de exenciones a una prohibición de asilo relacionada con la pandemia que estaba en vigor.

CBP One es popular entre cubanos, venezolanos, haitianos y mexicanos, probablemente porque los activistas en sus comunidades lo promueven.

Los cruces fronterizos ilegales de cubanos se desplomaron con CBP One desde el pico de casi 35.000 de abril de 2022 a apenas 97 en septiembre.

La demanda de citas ha superado con creces la oferta, con un promedio de unas 280.000 personas compitiendo por 1.450 plazas diarias hacia finales del año pasado, según CBP. Los ganadores deben presentarse en un cruce fronterizo en el plazo de tres semanas.

Un ave nocturna

Ahora, los refugios para migrantes a lo largo de la frontera mexicano-estadounidense están ocupados principalmente por quienes solicitan las citas online.

La casa de Rosales está en un barrio con casas desvencijadas donde se apilan neumáticos viejos para frenar las inundaciones repentinas. Los migrantes ven la televisión, juegan al billar, hacen tareas y cuidan de sus hijos en la vivienda o en otra alquilada cerca. Quienes no tienen cita aún emplean sus celulares para buscar los huecos que se habilitan a diario en ocho cruces fronterizos, una tarea comparable a tratar de comprar boletos para un concierto de Taylor Swift.

Rosales trabaja durante toda la noche. Un ayudante la lleva al aeropuerto en el vehículo que compró con la paga de jubilación de su trabajo en el banco.

Poco después de la medianoche, traslada a los invitados desde su casa al principal cruce fronterizo de Tijuana con San Diego para las primeras citas del día, a las 5 de la mañana. Charla con ellos, sonríe para las fotos y los abraza al despedirse.

A las tres de la madrugada está ya en un canal de televisión para hacer un turno de cuatro horas limpiando la redacción y servir café a los periodistas, que le dan la información más reciente sobre inmigración y la ciudad.

Revisa su celular buscando migrantes que necesiten refugio y que se hayan enterado de su existencia en redes sociales o por amigos y familiares. En su lista de contactos los identifica por tamaño del grupo y fecha de la cita: “3 el 16” o “6 el 17”.

Rosales, una de 13 hermanos, dejó la escuela en tercer grado. La lectura de la Biblia le enseñó lo suficiente como para entender a duras penas los mensajes de texto, a los que suele responder con notas de voz o llamadas.

Enrique Lucero era el responsable de asuntos migratorios en Tijuana cuando Rosales acudió al ayuntamiento en busca de asesoramiento. Le ayudó a establecer una entidad legal para recaudar fondos y se puso a su disposición para emergencias, como cuando una mujer perdió su cita de CBP One por dar a luz. Lucero habló con la agencia para asegurarse de que la mujer y su bebé pasaban.

El éxodo de Cuba

Las detenciones fronterizas de cubanos aumentaron durante la pandemia del COVID-19 y tras las protestas antigubernamentales en 2021. Nicaragua acababa de aliviar las reglas para los vuelos desde La Habana, lo que les permitía evitar tener que cruzar a pie el Tapón del Darién, una peligrosa selva en Colombia y Panamá. En la primavera de 2022, los cubanos superaron a todas las nacionalidades —excepto a los mexicanos— en cruces ilegales.

Para Yoandis Delgado, la app fue un regalo de Dios. Voló a Nicaragua en 2023, pagó 1.000 dólares a un contrabandista para llegar al sur de México y fue robado repetidamente por autoridades mexicanas mientras intentaba llegar a la frontera norte.

Delgado, que era cocinero en Cuba, dijo que la casa y el vecindario de Rosales no llaman la atención de quienes quieren aprovecharse de los migrantes, lo que ofrece una sensación de seguridad que no dan los hoteles u otros refugios.

Un futuro sombrío para CBP One

Los funcionarios del gobierno de Biden presentan CBP One como un éxito clave en su estrategia para crear vías legales en la frontera y disuadir de los cruces ilegales. Señalan que las personas en situación de riesgo pueden acudir a un cruce fronterizo sin cita para presentar su caso.

La ansiedad va en aumento entre los migrantes en México, que temen que Trump cancele CBP One. Los que ya están en Estados Unidos también están inquietos porque el permiso expira en dos años.

El equipo de transición de Trump no respondió a preguntas sobre el futuro de la app, pero sus aliados dicen que es demasiado generosa y fomenta la inmigración. Un proyecto de ley que se estancó en el Senado en 2023 habría prohibido usar la aplicación para admitir la entrada de migrantes.

Figueredo, la enfermera que ayudó a Rosales, planea obtener el permiso de residencia permanente, conocida como “green card”, en virtud de una ley de 1966 que se aplica a los cubanos. Dice que ella y su pareja, que es barbero, emigraron al país para seguir creciendo profesionalmente y criar a sus hijos en el futuro.

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