Durante su visita a Arizona el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, aseguró que las fronteras de Estados Unidos “no están abiertas a la inmigración indocumentada” y remarcó los aciertos del gobierno para prevenir que más inmigrantes ingresen por la frontera de manera irregular.
Johnson no sólo citó la disminución de indocumentados detenidos por la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP, por sus siglas en inglés) llegándose a alcanzar cifras récord, sino también sostuvo que “están preparados” para actuar de presentarse otra oleada de niños y menores sin compañía adulta que tratan de ingresar a territorio estadounidense.
En su discurso Johnson pidió al Congreso que apruebe los fondos necesarios para cumplir con su trabajo y poder satisfacer todas las exigencias sobre la seguridad en la frontera como ampliar el muro que divide Estados Unidos y México, contratar más oficiales para el control de las fronteras, así como mantener la implementación de centros de detención en la frontera como el que existe en Texas con capacidad para 2.000 personas.
"Todos en el Congreso me está diciendo que tenemos que hacer algo. Yo no puedo imprimir ni apropiarme de dinero. Yo necesito un socio en el Congreso”, señaló Johnson.
Según datos del gobierno las detenciones de indocumentados al intentar cruzar la frontera han disminuido de manera drástica desde su punto más alto, en el año fiscal 2000, cuando se detuvieron 1.6 millones de inmigrantes, una cifra muy por encima de las 480.000 detenciones realizadas durante el año fiscal 2014.