Por iniciativa del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio se dieron cita en su residencia una veintena de alcaldes demócratas para discutir sobre la implementación de la reciente orden ejecutiva del presidente Obama y expresar su respaldo a la iniciativa y a una reforma inmigratoria integral y permanente.
A la reunión también se invitó al secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson y a la consejera especial de la Casa Blanca, Valerie Jarrett.
Entre los alcaldes presentes, todos ellos demócratas, se encontraban el de Seattle (Washington, noroeste); San Francisco (California, suroeste), Ed Lee; y Salt Lake City (Utah, oeste), Ralph Becker; entre otros.
Estos alcaldes conforman una coalición de “Ciudades Unidas para una Acción Inmigratoria” y su objetivo es coordinar de qué manera van a poner en marcha en sus jurisdicciones las órdenes ejecutivas anunciadas el pasado 20 de noviembre por el presidente Obama.
Según esta nueva disposición, que busca ser anulada por los republicanos, se extiende la Acción Diferida para los jóvenes que califiquen y se crea una categoría nueva para beneficiar a padres con hijos estadounidenses o residentes legales que viven al menos cinco años consecutivos en Estados Unidos.
Los republicanos votaron la semana pasada una legislación simbólica para anular las órdenes ejecutivas, pero que no tiene posibilidad de pasar en el Senado aún liderado por los demócratas. Ellos consideran que el presidente de Estados Unidos se extralimitó en sus funciones.