Una carta titulada “62.000 horas en un calabozo”, fue enviada por el comisario venezolano Iván Simonovis, al cumplir este martes 22 de noviembre de 2011, siete años de detención, en relación con los sucesos del 11 de abril de 2002.
La carta enviada por Simonovis expone su situación de salud, así como también las condiciones en las que está recluido. En particular, en la carta abierta el comisario denuncia la politización de la justicia en Venezuela.
Al inicio de su carta, el comisario señala que ha pasado cuatro años reclamando ser “atendido por médicos especialistas” y recién su pedido fue atendido el pasado 5 de septiembre de 2011, donde le fue diagnosticado una afectación en la columna vertebral, derivada de “las condiciones de reclusión en las que me encuentro”, escribió.
En la carta compara su situación de detención con la que enfrentó el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuando estuvo detenido por liderar un intento de golpe de estado, “quien como prisionero político hasta por un dolor de muela era trasladado en forma inmediata al hospital militar”.
El comisario Simonovis afirma que “no es ningún secreto que Venezuela atraviesa una profunda crisis de pérdida de valores, principios e institucionalidad, la consecuencia de esto es que hemos ingresado a una peligrosa espiral de violencia criminal y cuando un país entra en esa descomposición, el primer síntoma es la politización de la Justicia”.
También subrayó que “de allí en adelante, todo el sistema de justicia deja de velar por los intereses del colectivo para solo atender los mezquinos beneficios del gobierno de turno. La violencia crea más problemas sociales de los que pueda resolver”.
Recuerda el comisario Simonovis que en la actualidad en Venezuela “hay más de 50 presos por razones políticas; banqueros, empresarios, representantes de mercado de valores, policías, periodistas, militares, funcionarios comunes, muchos de ellos simpatizantes del oficialismo a quienes se le atribuye un delito fabricado. De igual forma están los perseguidos políticos, exiliados”.
También subrayó que “mientras el mundo discute cómo reconocer los derechos humanos, cómo profundizar las democracias, cómo sembrar principios y valores que garanticen que ninguna persona abuse de otra y que todos tengamos oportunidad y justicia, acá se hace todo lo contrario la palabra "JUSTICIA" desapareció del diccionario gubernamental y se intenta imponer una solo doctrina”.
Finalmente Simonovis afirma que “ninguna sociedad puede tolerar la violencia generalizada así como ningún organismo vivo puede tolerar la enfermedad total”.