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Israel quiere una Gaza en paz, pero no sabe si financiará reconstrucción


El futbolista palestino Ahmed Al-Loulahi sostiene un trofeo que recuperó de su casa destruida mientras posa con sus hijos sobre los escombros, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 22 de enero de 2025. REUTERS
El futbolista palestino Ahmed Al-Loulahi sostiene un trofeo que recuperó de su casa destruida mientras posa con sus hijos sobre los escombros, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 22 de enero de 2025. REUTERS

El ministro de Economía israelí, Nir Barkat, dijo que la reconstrucción de Gaza no era posible a menos que Hamás decidiera que quiere una paz duradera con Israel.

El ministro de Economía israelí afirmó el miércoles que busca una Gaza en paz, pero que aún no ha decidido si ayudará a financiar su reconstrucción y que no permitirá la reconstrucción del gobierno de Hamás, que, en su opinión, podría provocar otro ataque miliciano transfronterizo.

El alto el fuego entre Israel y el grupo miliciano palestino Hamás entró en vigor el domingo y el foco de atención se ha desplazado en parte a las formas de lograr una paz permanente tras 15 meses de guerra que han demolido la Franja de Gaza e inflamado Oriente Próximo.

El ministro de Economía, Nir Barkat, dijo a Reuters en una entrevista durante la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) que la reconstrucción de Gaza no era posible a menos que Hamás decidiera que quería una paz duradera con Israel.

"La cuestión clave es si quieren construir un Dubái o reconstruir Gaza tal y como era", dijo Barkat, refiriéndose a la ciudad de Emiratos Árabes Unidos, un centro mundial de comercio, y a Gaza, bajo Gobierno del grupo islamista desde 2007.

"Dubái reconoció al Estado de Israel, se están centrando en economías mutuas... nos gustaría ver Dubái en nuestra región, no Gaza", dijo Barkat, exalcalde de Jerusalén.

Israel lanzó su asalto a Gaza después de que combatientes de Hamás irrumpieran a través de la frontera el 7 de octubre de 2023, matando a 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes.

Más de 46.000 personas han muerto en Gaza desde entonces, según las autoridades sanitarias palestinas. Gran parte del enclave, densamente poblado, ha sido arrasado y la mayoría de sus 2,3 millones de habitantes se han visto desplazados en múltiples ocasiones, según las agencias humanitarias.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió anteriormente no detener la guerra hasta erradicar a Hamás, ya que, según dijo, de no ser así no habría paz ni seguridad duraderas para Israel.

Los principales donantes potenciales para Gaza, entre ellos Emiratos Árabes Unidos y el nuevo Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, han insistido en que Hamás, que ha jurado la destrucción de Israel y ha sido calificada de organización terrorista por muchos países occidentales, no puede seguir en el poder en Gaza después de la guerra.

Pero desde que se afianzó el alto el fuego, la administración de Gaza dirigida por Hamás ha reaparecido y ha actuado con rapidez para reimponer la seguridad y empezar a restablecer los servicios básicos, subrayando que sigue a cargo de los asuntos públicos.

Barkat dijo que Israel no había decidido si contribuiría económicamente a la reconstrucción de la zona, pero que "sin duda estaría dispuesto a permitir que los Emiratos, los saudíes y otros reconstruyeran algo que no suponga una amenaza para Israel".

Retorno de Trump

Tener a Trump de vuelta en la Casa Blanca, en sustitución del presidente demócrata Joe Biden -cuyos lazos con Netanyahu eran tensos- había cambiado la dinámica para Israel a mejor, dijo.

"Hemos pasado de un Gobierno de apoyo que nos contenía a un Gobierno de apoyo que nos está dando un impulso muy fuerte para ganar la guerra", dijo.

Este nuevo impulso también se sentiría en todo Oriente Próximo, dijo, aumentando las posibilidades de establecer relaciones bilaterales entre Israel y más naciones árabes, un proceso conocido como los Acuerdos de Abraham.

Ese pacto, auspiciado por el primer Gobierno de Trump 2017-21, ha supuesto la normalización de relaciones entre EAU y Baréin con Israel, ante preocupaciones compartidas sobre Irán, y forma parte de un realineamiento regional más amplio de las alianzas de Oriente Próximo.

La devastación israelí de Gaza en la guerra ha puesto a prueba esos lazos, pero Barkat dijo que creía que el regreso de Trump al poder "aumentará las posibilidades de ampliar los Acuerdos de Abraham a los saudíes y otros".

Preguntado por las conversaciones con Turquía sobre la reanudación de los vínculos comerciales que Ankara cortó el año pasado por la guerra de Israel en Gaza, Barkat dijo que no había habido "ningún progreso". Turquía dijo el martes que podría reanudar el comercio si la nueva calma en Gaza resultaba permanente.

Barkat también dijo que, desde el acuerdo de alto el fuego, se muestra en contra del presupuesto de austeridad de Israel para 2025, que contempla subidas de impuestos y recortes de gastos diseñados para frenar el déficit presupuestario y la carga de la deuda, incrementados por 25.000 millones de dólares adicionales en 2024 dedicados a gastos de guerra.

El presupuesto aún espera la aprobación parlamentaria final, pero Barkat aspira a un paquete de gastos más generoso centrado en un "crecimiento económico audaz" aunque aumente la deuda.

"Si tenemos un buen crecimiento, se devolverá muy rápidamente la deuda adicional", dijo.

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