La victoria en Jarablus fue sorprendente y rápida.
Menos de 10 horas después de que los primeros tanques turcos cruzaran la frontera para reunirse con los rebeldes sirios el miércoles, las redes sociales estaban llenas de selfies y videos que mostraban la fuerza conjunta en control de un pueblo fantasma.
Algunas banderas del grupo terrorista Estado islámico y otros símbolos adornaban las paredes, pero mientras los rebeldes sirios marchaban por las calles de Jarablus había poca evidencia de los cientos de combatientes de ISIS y sus familias quienes, de acuerdo con la inteligencia estadounidense, estaban dentro de la ciudad antes de comenzar la operación turca.
Funcionarios estadounidenses dicen que la mayoría parece haber huido.
“La prioridad de ISIL es su propia supervivencia”, dijo un oficial estadounidense de contraterrorista a la Voz de América. “El grupo ha mostrado que prefiere huir y combatir otro día en lugar de enfrentar a una fuerza superior”.
“Este es otro importante hito”, dijo el portavoz del Pentágono, Peter Cook. “ISIL ha sido obligado a salir de la ciudad”.
En todo caso, los militares estadounidenses continúan pendientes de lo que pueda suceder tanto en Jarablus como en Manbij, donde dicen que la lucha no ha terminado.
“ISIL opera, en parte, como un grupo insurgente que ha probado poder adaptarse a los ataques estilo guerrilla”, dijo el oficial de contraterrorismo.
No se descarta que los terroristas traten de infiltrar ambos bastiones en el futuro.