El proceso de acuerdo nuclear con Irán pasa la próxima semana a Nueva York donde el Consejo de Seguridad de la ONU tendrá que adoptar una resolución final para levantar las sanciones.
El voto en la ONU sería solo sobre el programa nuclear de la República Islámica y no contempla el embargo de armas, que todavía permanecerá vigente por cinco años, ni otro sobre misiles balísticos que continuará por ocho.
La embajadora de Estados Unidos en la ONU, Samantha Power , dijo en un comunicado que EE.UU. someterá a consideración un proyecto de resolución “en los días venideros” a nombre de las cinco potencias, Alemania y la Unión Europea.
Agregó que la resolución respaldará el acuerdo y “toma otro pasos importantes incluyendo el reemplazo de la arquitectura de las sanciones existentes con otras restricciones vinculantes nuevas acordadas en Viena”.
No se espera que haya oposición en el Consejo puesto que sus cinco miembros con derecho a veto –Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos– son todos partes en el acuerdo.
Richard Gowan, un académico del Centro para la Cooperación Internacional de la Universidad de Nueva York dice que el alivio de las sanciones fue “la meta número uno” de Irán durante los dos años de negociaciones.
Estados Unidos ha dejado claro, sin embargo, que si Irán viola el acuerdo, las sanciones entran en efecto de regreso. Para Gowan eso podría ser muy difícil dentro de las Naciones Unidas.
“Al final del día, poner las sanciones de regreso, se podría convertir en todo un pleito en el Consejo de Seguridad”, dijo.