Un diplomático iraní dijo el miércoles 16 de noviembre que el gobierno de Teherán ha estado apoyando a los movimientos por la democracia en el Medio Oriente “desde el primer día”, cuando el levantamiento se inició en Túnez.
Javad Larijani, que dirige el Consejo de Derechos Humanos en Irán y sirve como un consejero de alto nivel para el líder supremo del país, el ayatolá Khamenei, describió la primavera árabe como un “cambio social fantástico y muy importante”.
Pero también advirtió a occidente contra el uso de la presión externa, especialmente los militares, en países como Bahrein y el aliado de Irán, Siria, donde los levantamientos se han vuelto prolongados y violentos.
Larijani dijo que en Bahrein, donde la mayoría de la población es chiíta al igual que en Irán, las potencias regionales y occidentales no deberían interferir. Él dijo que la interferencia sería “totalmente en contra de la seguridad en la región y en contra de los intereses de los saudíes también”.
En cuanto a Siria, donde el presidente Bashar al-Assad enfrenta presiones internacionales para dimitir, Larijani condenó lo que llamó la “incitación de Estados Unidos, Europa y las naciones árabes” a la oposición de tomar las armas contra el gobierno de Damasco. Dijo que inmiscuirse en los asuntos de Siria es “peligroso”.
Cuando se le preguntó acerca de la suspensión de Siria de la Liga Árabe, Larijani cuestionó las motivaciones de la liga. Dijo que no cree que la democracia sea un tema, sino más bien el hecho de que el grupo quiere crear un gobierno que sea sumiso frente a Israel.
