Los legisladores iraquíes denunciaron el jueves como arrogante la visita sorpresiva del presidente Donald Trump y la calificaron de una violación a la soberanía iraquí, exigiendo que las fuerzas de Estados Unidos se retiren del país.
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Políticos de ambos bloques del dividido Parlamento iraquí pidieron una votación sobre si deben expulsar a las tropas de Estados Unidos y prometieron programar una sesión extraordinaria para debatir el tema.
"El Parlamento debe expresar clara y urgentemente su opinión sobre las actuales violaciones estadounidenses a la soberanía iraquí", dijo Salam al-Shimiri, un legislador leal al clérigo populista Moqtada al-Sadr.
Trump, en su primera visita presidencial a los soldados en la región en conflicto, dijo el miércoles que no tenía planes para retirar a los 5.200 elementos de Estados Unidos en el país.
Contener la influencia extranjera se ha convertido en un tema candente en un año en el que partidarios de al-Sadr ganaron la mayor cantidad de votos en la elección de mayo. Al-Sadr ha pedido frenar el involucramiento de Estados Unidos e Irán en los asuntos iraquíes.
Los soldados de Estados Unidos están destacados en Irak como parte de una coalición contra el grupo Estado Islámico. Las fuerzas estadounidenses se retiraron en 2011 después de la invasión de 2003, pero regresaron en 2014, invitados por el gobierno iraquí para ayudar a combatir al grupo yihadista.
Sin embargo, tras derrotar a milicianos del grupo extremista en sus últimos bastiones urbanos el año pasado, los políticos y líderes milicianos de Irak critican la continua presencia de fuerzas estadounidenses en tierras iraquíes.
Durante su visita, Trump pasó tres horas en una base aérea de Estados Unidos con soldados norteamericanos. El presidente defendió su decisión de retirar 2.000 soldados estadounidenses de la vecina Siria.
Se fue sin reunirse con funcionarios iraquíes, aunque habló por teléfono con el primer ministro Adel Abdul-Mahdi.
En un comunicado, la oficina del primer ministro dijo tras la visita de Trump que "diferentes puntos de vista" causaron que se cancelara una reunión en persona entre ambos líderes.
Al-Shimiri dijo que la visita de Trump "violaba varias normas diplomáticas".