El grupo insurgente del Talibán instó a los afganos a atacar bases militares extranjeras en respuesta a la quema de coranes en una base de la OTAN, mientras continúan por tercer día las protestas por el incidente.
En un comunicado emitido este 23 de febrero, el Talibán exhortó a los afganos a dar muerte, capturar y maltratar a soldados extranjeros como una lección para que no vuelvan a profanar el libro sagrado musulmán.
Miles de personas participaron en manifestaciones en diferentes lugares de Afganistán, incluidas la provincia oriental de Laghman y la ciudad de Jalalabad. Algunos manifestantes gritaban “Muerte a Estados Unidos”.
El miércoles 22 de febrero, el presidente afgano Hamid Karzai pidió calma y dijo que los ciudadanos tienen derecho a protestar pero no a recurrir a la violencia.
Desde que las manifestaciones comenzaron el 21 de febrero, los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad afganas y los manifestantes han dejado por lo menos siete personas muertas.
Nazif Shahrani, un afgano especialista en asuntos del sudeste asiático en la Universidad Indiana, dijo a la Voz de América que las protestas reclaman más que este incidente.
“Lo que la gente parece percibir es que Estados Unidos esencialmente no ha cumplido sus promesas y que éstas han sido falsas. Esos son realmente los síntomas de la ira y la decepción hacia Estados Unidos. Se espera que el gobierno de Washington entienda este asunto de una manera más amplia que solo ofreciendo disculpas por lo que ha sucedido en Bagram”, dijo Shahrani.
La vice-secretaria de defensa estadounidense Ashton Carter se reunió en Kabul con líderes afganos, incluido el presidente Karzai para nuevamente ofrecer disculpas por el hecho.