Un decreto firmado por el alcalde Eric Adams podría cambiar la vida de miles de migrantes que habitan en los albergues de la ciudad de Nueva York y que debían permanecer al menos 90 días en el sistema para optar a una vivienda permanente.

“Con la eliminación del requisito estatal de permanencia mínima, podremos trasladar a más neoyorquinos de los refugios a viviendas permanentes más rápidamente mientras expandimos la capacidad que tanto se necesita en el sistema de refugios del Departamento de servicio a los desamparados”, anunció Molly Wason Park, Comisionada del Departamento de Servicios sociales de la ciudad de Nueva York.

Esta familia hondureña, que ya lleva seis meses viviendo en uno de los hoteles convertidos en albergues, se podría beneficiar de esta medida.

“Sería muy bueno porque así ya no depende uno del estado, sino que se le agradece el tiempo que se le dio y haber sacado lo que es para la renta y pues sería muy bueno tener cocina por los niños, comenta Ángel Zúñiga, migrante hondureño.

La falta de espacio para cocinar sus propias comidas ha sido uno de los mayores inconvenientes para las familias con niños. Y a migrantes solos como José Díaz, la inseguridad, peleas y falta de privacidad en los refugios le quita el sueño.

“Primero a mí me cambiaría demasiado, demasiado mi vida porque yo no descanso en el shelter donde yo duermo, no tengo una vida social, no tengo una paz interna, no tengo una tranquilidad que es lo primordial”, dice José Díaz, Migrante venezolano.

El costo estimado de alojar una familia de dos personas en un albergue municipal es de 9 mil dólares por un mes. Con los bonos de vivienda CityFHEPS el costo bajaría a $2,400 mensuales, según el consejo municipal.

Esta medida no solamente beneficia a los más de 45 mil migrantes que viven en albergues municipales sino también a las personas que enfrentan problemas financieros para pagar las altas rentas de la ciudad. Ángela González, Voz de América, Nueva York.