La administración del presidente Joe Biden ha insistido en la importancia de la vacunación para enfrentar la pandemia. Sin embargo, enfrenta varios retos, uno de los cuales, la desconfianza, es doble entre los inmigrantes irregulares que además de los posibles efectos secundarios del fármaco temen convertirse en un blanco fácil para las autoridades migratorias.
Promover la confianza la vacuna contra el covid es el primer paso para la administración demócrata, uno que apoya Tatiana Zambrano, una migrante venezolana en Estados Unidos.
“Pienso que es importante y que todos deberíamos tomar la decisión de ponérnosla porque así es la única forma en la que esto va a tener fin”, aseguró a la Voz de América.
Un nuevo enfoque
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) promovió con un mensaje la vacunación de inmigrantes indocumentados, lo que se atribuye al nuevo enfoque de la Administración Biden.
“El Departamento de seguridad Nacional y sus socios del gobierno federal apoyan plenamente el acceso equitativo a las vacunas contra el COVID-19 y los sitios de distribución de vacunas para inmigrantes indocumentados”, indica el comunicado.
En la tarde del martes el Senado de EE.UU. confirmó por mayoría de votos al abogado de origen cubano Alejandro Mayorkas como secretario del DHS, el primer migrante en liderar la cartera de Seguridad Nacional.
En contraposición a la línea dura en materia migratoria de la administración Trump, Mayorkas se ha mostrado más interesado en atajar las causas mismas de la migración que en adoptar una política de mano dura.
"¿Por qué los individuos buscan irse de sus países de origen? Por la impresionante violencia, por la corrupción, por la extrema pobreza y por la persecución”, enumeró Mayorkas en una audiencia del Senado, el pasado 19 de enero.
Nueva perspectiva
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) afirma que “ellos no llevan a cabo operaciones de inmigración en los lugares en que se está aplicando la vacuna”, ya que es parte de las ubicaciones sensibles identificadas por la agencia. Sin embargo, lograr esa confianza es una tarea difícil, según explicó a la VOA, el padre Eduardo Fabián Arias, defensor de los derechos de los inmigrantes, en Nueva York.
“Sobre todo el impacto del miedo y del terror en los últimos cuatro años, que se ha vivido, la gente está absolutamente atemorizada, absolutamente atemorizada, entonces lo que pensamos que una semana podíamos, la gente podía caminar tranquila por las calles, en todas las zonas del Bronx este, la gente ya está mucho más relajada porque un mes atrás la gente caminaba con mucho miedo porque siempre veían al ICE, con las camionetas, por las distintas calles”, relató el sacerdote.
Un gran número de inmigrantes indocumentados vive en las comunidades más afectadas por el virus, según las cifras oficiales. Sin embargo, el temor al que se refiere el padre Arias podría evitar que estas personas decidan vacunarse, lo que podría afectar negativamente los objetivos de la campaña de vacunación, impulsada por el presidente Biden, contra el nuevo coronavirus.