Poco antes de que Donald Trump se convirtiera en el próximo presidente de Estados Unidos el lunes, continuaban llegando al Congreso los ciudadanos que llegaron desde diversos estados del país para visualizar la toma de posesión.
Aunque solo invitados especiales como legisladores, expresidentes y líderes internacionales podían acceder a la ceremonia a puerta cerrada, se repartieron entradas para algunos ciudadanos, quienes desde el edificio Cannon de la Cámara de Representantes observaron el evento desde una pantalla.
Ataviado con un gorro que lleva el eslógan “Make America Great Again” (Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo) y una camiseta con la cara de Trump, Gary Roman, originario de Missouri, es uno de ellos. “Que cierren la frontera y se reduzcan los precios de los alimentos. Y que, en general, haya un gobierno más abierto en el que la gente sepa qué está pasando. Y que haya sentido común” dice a la Voz de América sobre sus expectativas con respecto a la nueva administración.
Mann Goodman es una profesora que viene desde Texas para presenciar la toma de posesión. Explica que es su primera vez en la capital estadounidense y la emoción se refleja en sus ojos: “Espero valores conservadores y que nuestro país vuelva a ser lo que puede ser. Y que se proteja a nuestros ciudadanos y nuestra frontera”.
Los más jóvenes también tienen una opinión similar; Jack tiene 22 años y reside en Illinois. Explica que ha votado dos veces por Donald Trump: “Espero que le de una vuelta a la economía, que bajen los precios de los huevos y de la gasolina, eso estaría bien. También espero que proteja la frontera. Vengo de una familia de inmigrantes, mi mamá nació en la India y vino de la manera correcta. Tenemos un primo al que le tomó 25 años venir al país, y también lo hizo de la forma correcta. Hay gente que viene a diario de manera ilegal y no es justo”.
Un sondeo del Centro de Investigaciones Pew, publicado el mes de mayo, señala que un 62 % de los encuestados expresaron que la inflación “es un problema muy grande”.
Un 60 % señaló que les preocupaba la habilidad de los demócratas y republicanos para trabajar juntos. El acceso a la sanidad; las adicciones a las drogas; la inmigración irregular y la violencia armada son otras cuestiones que más preocupan a los encuestados.
A medida que pasaban los minutos, creía la expectativa. Trump es juramentado como el nuevo presidente estadounidense y, desde una de las salas donde se encuentran los ciudadanos que ven el evento desde una pantalla, se escuchan aplausos y gritos de alegría.
Unos aplausos y vítores que crecen a medida que Trump avanzaba en su discurso y argumentaba que declarará la emergencia en la frontera sur y que realizará las deportaciones que prometió.
Estaba previsto que la investidura de Donald Trump lugar en las inmediaciones del Capitolio. Sin embargo, debido a las gélidas temperaturas, el evento se trasladó al interior del edificio legislativo. El tradicional desfile de la Avenida Pensilvania se canceló. En su lugar, antes de llegar a la Casa Blanca, la pareja presidencial estará presente en el Capitol One Arena, un estadio con capacidad para 20.000 personas.
La toma de posesión estadounidense es un evento histórico lleno de protocolos y simbolismos. La primera se remonta al 30 de abril de 1789, cuando George Washington fue investido como el primer presidente de Estados Unidos.
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