Vientos calientes y secos que azotan el oeste de Estados Unidos avivan los incendios forestales que han quemado decenas de miles de hectáreas de terreno y han forzado a los residentes a huir de sus casas en California y el estado de Washington.
El gobernador de Washington, Jay Inslee, declaró estado de emergencia en 20 condados cerca de la ciudad de Spokane, cubierta de humo, mientras arribaron al área bomberos adicionales.
En comentarios a los periodistas, el gobernador Inslee vinculó los últimos incendios al cambio climático y árboles secos en los vastos bosques de la región.
Hacia el sur, los bomberos en el Condado San Luis Obispo, en California, han contenido aproximadamente una tercera parte del incendio de 15.000 hectáreas que amenaza el histórico castillo Hearst. Para el mediodía del martes, las autoridades dijeron que el castillo, residencia del magnate de medios Randolph Hearst a comienzos del siglo XX, no estaba más en peligro, después que el viento cambió de dirección llevando las llamas lejos del castillo.
Por otra parte, investigadores en el sur de California tratan de determinar la causa de un enorme incendio en el Condado de San Bernardino que ardió durante una semana, destruyendo más de 100 casas y 200 edificios. Las autoridades dijeron que el incendio llamado “Blue Cut” estaba contenido en un 100 por ciento el martes.
Entre tanto, pequeños incendios ardían en dos populares parques en el noroeste de Wyoming, causando el cierre de una carretera importante en la entrada oeste del parque Yellowstone y un tramo de 20 kilómetros en la carretera adyacente al parque Grand Teton, donde al menos un campamento fue evacuado.