La Unión Europea está considerando establecer "plataformas de desembarco" fuera del bloque para procesar a los inmigrantes, según un proyecto de conclusiones de la cumbre visto el martes por la AFP, cuando Bruselas intenta resolver una crisis política sobre inmigración.
Se pedirá a los líderes de la Unión Europea, en una reunión en Bruselas la próxima semana, que aprueben la creación de centros para evaluar a los inmigrantes que intentan llegar al bloque y decidir cuáles son los refugiados que necesitan protección y cuáles son los inmigrantes económicos que deberían regresar a sus países de origen.
Parece que la inmigración dominará la reunión del 28 y 29 de junio, después de que el nuevo gobierno de derecha de Italia se negó a aceptar un cargamento de inmigrantes rescatados del Mediterráneo y los integrantes de la coalición de la canciller alemana Angela Merkel le dieron un ultimátum para endurecer la postura de su gobierno.
"El Consejo Europeo apoya el desarrollo del concepto de plataformas regionales de desembarco en estrecha cooperación con el ACNUR y la OIM", dice el proyecto de conclusiones visto por AFP, refiriéndose a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones.
"Tales plataformas deberían proporcionar un procesamiento rápido para distinguir entre los migrantes económicos y aquellos que necesitan protección internacional, y reducir el incentivo para embarcarse en viajes peligrosos".
Las conclusiones fueron elaboradas por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en cooperación con Bulgaria, que ostenta la presidencia rotativa de la UE, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y necesitarían la aprobación unánime de los 28 estados miembros.
La propuesta, que puede ser revisada antes de presentarse ante los líderes en la cumbre, no especifica qué forma tomarían los centros de procesamiento o dónde se ubicarían, pero un funcionario de la UE indicó que se establecerían en países fuera del bloque.
Los estados de la UE han estado estancados durante dos años en sus esfuerzos por reformar las normas de asilo que actualmente requieren que los países donde los migrantes lleguen al bloque procesen sus solicitudes de asilo.
Italia, Grecia y España son los principales puntos de entrada a Europa para la afluencia de migrantes que huyen de la guerra y la pobreza en el África subsahariana y Medio Oriente, y el nuevo gobierno de línea dura de Roma ha adoptado una postura dura, diciendo que no se convertirá en "campamento de refugiados de Europa".
Los acuerdos de cooperación de la UE con Turquía y Libia, los principales países de tránsito, han ayudado a desacelerar, al menos por ahora, el flujo de migrantes a Europa desde el pico de la crisis en 2015.
También se solicitará a los líderes la próxima semana que aprueben la intensificación del apoyo a la guardia costera libia, según las conclusiones.
La disputa de la semana pasada sobre el destino de más de 600 inmigrantes en el bote de rescate Aquarius ha devuelto el tema de los migrantes al tope de la agenda de la UE.
Italia se negó a dejar que el buque atracara en sus puertos, lo que llevó al presidente francés Emmanuel Macron a acusar a Roma de "cinismo e irresponsabilidad".