El estado de Illinois, ubicado en el centro norte de Estados Unidos, se integrará a otros 15 estados que han abolido la pena de muerte, tras la decisión del gobernador demócrata, Pat Quinn, adoptada más de una década después que se impusiera una moratoria a las ejecuciones.
El gobernador Quinn también conmutó las sentencias de los 15 presos que estaban condenados a muerte y ahora cumplirán prisión perpetua. La última ejecución en Illinois fue en 1999.
Los legisladores estatales votaron en enero en favor de abandonar la pena capital, y Quinn tomó dos meses para reflexionar, asesorarse sobre la medida, y dialogar fiscales, familias de las víctimas, opositores de la pena de muerte y dirigentes religiosos.
La moratoria en Illinois data del 2000, cuando el gobernador republicano George Ryan suspendió las ejecuciones después que los tribunales revocaron la sentencia de muerte de 13 condenados. Incluso Ryan, antes de abandonar el cargo, conmutó la sentencia de 167 condenados a muerte, por la pena de prisión perpetua.
La nueva ley entrará en vigencia el 1 de julio de 2011. Nuevo México es el estado que había tomado la medida justo antes, en 2009, aunque la nueva gobernadora republicana de origen hispano, Susana Martínez, quiere reinstalarla.