Organizaciones pro derechos humanos denuncian que las autoridades judiciales de Nicaragua han realizado audiencias privadas a sacerdotes católicos que fueron apresados en agosto. Los curas ya fueron acusados, pero se desconoce bajo qué cargos. Donaldo Hernández nos tiene el informe.

Siete religiosos que fueron arrestados junto al obispo Rolando Álvarez el pasado 19 de agosto ya fueron acusados, según el Poder Judicial de Nicaragua. Aunque los detenidos llevan más de un mes bajo investigación, los tribunales de Managua aún no revelan bajo qué cargos son procesados.

Organizaciones pro derechos humanos denuncian que los religiosos enfrentan el proceso penal en privado, pese a que la legislación nicaragüense contempla que debe ser público.

“Se han celebrado audiencias en la clandestinidad, son personas a las que no se les permite siquiera acceder a ellos a través de comunicación con sus abogados defensores”, dijo a la Voz de América Yader Morazán, especialista en temas judiciales.

Los acusados son los sacerdotes Ramiro Tijerino, Sadiel Eugarrios y José Luis Díaz; los seminaristas Darvin Leiva y Melkin Centeno; así como el diácono Raúl Vega; y el camarógrafo Sergio Cadena. Según defensores de derechos humanos, a los religiosos no se les ha permitido abogados privados.

De acuerdo con Morazán el partido oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), “tiene el control absoluto de todos los operadores de justicia y ahora incluyendo a la defensoría pública que han impuesto ellos para defender a puertas cerradas a los sacerdotes”.

La lista de acusados no incluye al obispo Rolando Álvarez, quien según la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo, permanece bajo resguardo domiciliar en Managua. Una medida cuestionada por activistas, quienes aseguran que no existe esa disposición sin una acusación penal.