Human Rights Watch pidió el viernes al gobierno brasileño que establezca zonas de protección a nivel nacional cuando se rocíen pesticidas y la reducción del uso de estos productos altamente tóxicos.
El grupo indicó en un reporte que Brasil es uno de los mayores consumidores de pesticidas del mundo y a menudo utiliza productos que no están autorizados en otros lugares. De los 10 pesticidas más comunes en Brasil, la Unión Europea prohíbe el uso de cuatro de ellos.
La mala regulación del uso de pesticidas pone en riesgo la salud de la población, señaló el reporte. Datos del Ministerio de Salud revelan que el año pasado se reportaron alrededor de 4.000 casos de intoxicación por pesticidas. La dependencia indicó en un estudio este año que hay progreso en el reporte del número de casos, pero las cifras aún no representan la realidad.
El Ministerio de Agricultura indicó que los gobiernos estatales son los responsables de regular los pesticidas. Sin embargo, Luis Rangel, un alto funcionario del ministerio, añadió que la dependencia quiere incrementar la participación de agrónomos en la regulación y monitoreo sobre el uso seguro de pesticidas. No entró en más detalles. El Ministerio de Salud no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
La agricultura es uno de los principales motores de la economía de Brasil, uno de los mayores productores de azúcar, café y soya del mundo. El "caucus rural" de los legisladores en el Congreso, que defiende los intereses de los principales propietarios de tierras, es aliado del presidente Michel Temer y tiene gran influencia política.
Human Rights Watch llamó a Brasil a reducir el uso de pesticidas altamente peligrosos y conocer más sobre los efectos dañinos que podrían tener.
En particular, el reporte pide que el país promulgue y ejerza reglas a nivel nacional que mantenga el rocío terrestre de pesticidas lejos de zonas residenciales y escolares. Ya existe una regulación para el rocío aéreo, pero la agrupación afirma que no se sigue de manera consistente.
"Se rocía pesticida justo junto a (escuelas y comunidades) y a veces encima de ellas. Si vives ahí, puedes enfermar", afirmó Richard Pearshouse, director asociado de la división ambiental de Human Rights Watch y uno de los autores del reporte.
El estudio documenta decenas de casos en que personas enfermaron después de ser rociados accidentalmente o entrar en contacto con pesticidas que ingresaron a sus aldeas desde las cosechas. El reporte señala que los síntomas eran consistentes con "intoxicación aguda por pesticidas", incluyendo vómitos, elevado ritmo cardiaco, dolores de cabeza y mareos.
Los autores añadieron que algunas de las personas se rehusaron, o se mostraron reacios a hablar con ellos, debido a que se han presentado casos de violencia en contra de activistas que piden una reducción en el uso de pesticidas.
Human Rights Watch señala que una propuesta de ley que se abre paso en el Congreso de Brasil facilitaría la aprobación de pesticidas, incluyendo la participación limitad de las agencias ambientales y de salud. Los partidarios argumentan que las regulaciones actuales son obsoletas y son sumamente rígidas.
La agencia de protección del Ministerio del Ambiente, Ibama, se ha expresado en contra de la ley debido a las limitaciones a las autoridades ambientales y de salud durante el proceso de aprobación.
Los legisladores fundamentales en la medida han propuesto la creación de una política nacional de pesticidas que buscaría reducir la dependencia de Brasil a estos peligrosos productos y alentar el uso de pesticidas más orgánicos.