En un informe publicado por la organización Human Rights Watch se detalla la crisis de violencia que aún vive la población mayormente afrocolombiana del municipio de Tumaco, ubicada en el departamento de Nariño, al sur occidente de Colombia.
A pesar de haber logrado la firma de los acuerdos de paz entre el gobierno y las Farc, el informe, de 64 páginas, “Violencia reciclada: Abusos por grupos disidentes de las FARC en Tumaco, en la costa pacífica de Colombia” dice que la desmovilización de miembros del grupo armado han influido para la formación de disidencias de la guerrilla.
Estos grupos, "incluidos Guerrillas Unidas del Pacífico y Frente Oliver Sinisterra, ahora asolan barrios urbanos y veredas rurales de Tumaco", dice el informe, el cual también hace énfasis en el aumento en la tasa de homicidios y presencia de violencia sexual, desaparición y homicidios de líderes sociales, desplazamiento y reclutamiento de niños y jóvenes.
Estas disidencias de la guerrilla, dice la organización, se han formado gracias a las deficiencias en la desmovilización de miembros de las FARC —y en su reincorporación a la sociedad—.
Grupos como “Gente del Orden”, “Guerrillas Unidas del Pacífico” y “Frente Oliver Sinisterra” asolan barrios urbanos y veredas rurales de Tumaco. Así mismo, las “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”.
Para la investigación, señala el informe, Human Rights Watch realizó más de 70 entrevistas (víctimas, sus familiares, autoridades judiciales, fiscales, líderes comunitarios y residentes de Tumaco). También documentó abusos contra más de 120 víctimas cometidos en Tumaco desde mediados de 2016, incluidos 21 asesinatos, 14 desapariciones, 11 casos de violación sexual o intento de violación sexual y 24 casos de reclutamiento o intento de reclutamiento.
“Los residentes de Tumaco esperaban que el acuerdo finalmente trajera paz a sus comunidades, pero sus esperanzas pronto se vieron frustradas”, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, indica la publicación.
“Los disidentes de las FARC en la actualidad matan y hacen desaparecer a quienes se atreven a cuestionarlos, violan a mujeres y niñas, reclutan a niños y han obligado a miles de personas a desplazarse”, agregó
Aunque no todos los homicidios en el municipio son atribuibles a grupos disidentes de las FARC, la tasa de homicidios en Tumaco era cuatro veces superior a la tasa nacional, en 2017, según cifras oficiales recopiladas por Human Rights; incluso, señala el informe, los datos hasta septiembre indican que en 2018 los asesinatos se incrementaron casi un 50% en el municipio.
Otra de las grandes preocupaciones en las que enfatiza el informe es el asesinato de líderes comunitarios. "Desde enero de 2017 al menos siete defensores de derechos humanos han sido asesinados en Tumaco. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Tumaco es el municipio donde más homicidios de este tipo han ocurrido en Colombia desde 2017". Human Rights Watch documentó cuatro de estos casos, en los cuales, los responsables serían grupos disidentes.
También documentaron el caso de una niña de 14 años que fue violada por cuatro hombres armados y el secuestro a tres empleados del periódico ecuatoriano El Comercio.
Según la publicación de la organización, Vivanco señaló que “el secuestro y brutal homicidio de los tres trabajadores de prensa ecuatorianos en la frontera con Colombia no fue tan solo un incidente aislado”. “Se trata de un caso que refleja los abusos generalizados que cometen los grupos disidentes de las FARC en la zona”, aseguró.
Finalmente, el informe hace énfasis que, a pesar de los planes del gobierno por adelantar una campaña militar y policial para evitar estos abusos, siguen presentándose graves situaciones, y la impunidad sigue siendo común, pues de los más de 300 homicidios registrados oficialmente allí desde 2017, solamente una persona fue condenada por un caso.
También, HRW recomienda al gobierno del presidente Iván Duque y a las autoridades incrementar los investigadores, fiscales y jueces en Tumaco y adoptar medidas de seguridad para sus residentes, así como albergues y atención adecuada, protección y asistencia humanitaria para las víctimas.
“Es entendible que el gobierno se concentre en capturar a Guacho”, expresó Vivanco. “Pero los residentes de Tumaco, que han sufrido años y años de abusos cometidos por múltiples actores armados, necesitan mucho más que la captura de Guacho para que no se recicle una vez más la violencia en su municipio”.
También, la organización insta al presidente colombiano a "aumentar los esfuerzos para reducir los cultivos de coca en Tumaco, a través de planes de sustitución de cultivos".