El equipo de hockey junior ruso fue obligado a desembarcar de un vuelo de Delta que se dirigía a Atlanta, Georgia, debido a sus excesivas celebraciones tras haber ganado el campeonato mundial la noche anterior al vencer a Canadá el miércoles 5 de enero de 2011 por la noche.
El triunfo fue el primero del equipo ruso en siete años.
Una vocera de Delta dijo que se pidió a los 30 miembros del equipo que bajaran del avión debido a su “comportamiento inadecuado” y para garantizar la segura operación de la aeronave.
Entrenadores y directores técnicos rusos se volcaron a la pista de hielo de la ciudad de Buffalo, en el estado de Nueva York, con botellas de whiskey en la mano luego de la victoria del equipo.