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¿Hasta dónde llegará la solidaridad de Europa con Ucrania?


Zohra, a la izquierda, recibe alimentos gratis en el Ejército de Salvación en París.
Zohra, a la izquierda, recibe alimentos gratis en el Ejército de Salvación en París.

La invasión de Rusia a Ucrania ha generado sorprendentes expresiones de unidad y poder de la UE, pero los analistas se preguntan cuánto durará eso con la entrada del invierno y con el precio en alza de ayudar a Kiev.

Zohra coloca paquetes de pan lascado, frutas frescas y vegetales en conserva en su carrito de compras: donaciones que nunca antes pensó que necesitaría.

Otros parisinos esperan pacientemente en fila en la distribución semanal de alimentos del Ejército de Salvación en la capital de Francia: dos mujeres de África, un hombre de mediana edad de las Antillas Francesas, una joven que parece una estudiante.

La mayoría no parece dispuesta a hablar. En otra habitación, los voluntarios preparan los paquetes de alimentos para la clientela en crecimiento.

“Todos los precios están subiendo. La renta, la electricidad, el gas, el teléfono”, dice Zohra, quien no quiso revelar su apellido. Hace unos meses perdió su empleo en una clínica. “La gente no puede vivir así”.

Esos sentimientos están en aumento en toda la Unión Europea, que recibe 2023 con una crisis energética y una guerra a las puertas del bloque por primera vez en varias décadas.

Si la invasión de Rusia a Ucrania ha generado a menudo sorprendentes expresiones de unidad y poder de la UE, los analistas se preguntan cuánto durará eso con la entrada del invierno y con el precio de ayudar a Kiev que se multiplica.

“Ha sido transformador de muchas formas, y en áreas en que es difícil para la Unión Europea actuar con rapidez”, dijo Ian Lesser, vicepresidente del Fondo Marshall Alemán y jefe de la oficina de política de la oficina en Bruselas del instituto, en relación al conflicto en Ucrania.

“En algunas de esas áreas se actuó rápidamente, para sorpresa de muchos”.

El año pasado, la Unión Europea impuso ocho rondas de sanciones a Moscú, aprobó miles de millones de dólares de ayuda militar y humanitaria para Ucrania y acogió a millones de refugiados ucranianos.

La guerra en Ucrania llevó a Europa a poner fin a su dependencia a la energía barata de Rusia y empujó al bloque a buscar nuevos distribuidores y fuentes de energía, y acumular importantes reservas de gas para el invierno.

A pesar de ello, el conflicto ucraniano dio un golpe a la economía y la seguridad energética de Europa, al menos a corto plazo. También hizo reducir las metas de emisiones de Bruselas porque algunos países reactivaron las minas de carbón.

El Fondo Monetario Internacional y otros expertos consideran que el bloque entrará en una recesión este año, y a pesar de los esfuerzos de los gobiernos para amortiguar el golpe, los precios y la pobreza siguen subiendo.

“Lo que nos impresiona es ver a mucha gente joven, estudiantes que la están pasando mal para llegar a fin de mes”, dijo el portavoz del Ejército de Salvación Samuel Coppens. “También, los padres solteros y los ancianos con pensiones bajas que no pueden pagarse la calefacción. Para ellos, la comida es una prioridad”.

Un sondeo reciente de IFOP reflejó que más de la mitad de los encuestados en Francia temían que sus ingresos no alcanzaran para sus gastos mensuales. Una cuarta parte dijo creer que necesitarían ayuda humanitaria.

“Puedo ir de compras con 50 euros (53 dólares) y mi carrito luce casi vacío”, dijo Valerie, una trabajadora de salud de Camerún, quien está recibiendo alimentos del Ejército de Salvación desde hace unas semanas.

“Desde el principio no me gustó esa guerra”, añadió sobre el conflicto en Ucrania. “Pensé que habría consecuencias aquí y ahora veo que está golpeando a los más pobres”.

Incluso cuando los europeos enviaron generadores a Ucrania después de ataques rusos contra sus instalaciones de energía, algunos se preparan para posibles cortes en sus países. Los alemanes están acumulando velas, a los finlandeses que tienen autos eléctricos se les ha pedido que no los calienten antes de entrar en ellos.

En Francia, un exportador de electricidad, la mitad de sus generadores nucleares están en reparaciones y las autoridades han exhortado a la población y los negocios a reajustar sus termostatos, con la esperanza de ahorrar energía y evitar apagones.

“Mi pueblo hizo colectas para los ucranianos”, dijo Valerie, una turista del sur de Francia. “Pero si hay cortes de electricidad será muy duro para los franceses y los europeos. Impactará nuestra vida diaria y nuestra moral”.

“En este momento, la solidaridad es muy fuerte” entre los ciudadanos europeos, dijo John Springford, subdirector del Centro para Reformas Europeas. “Pero si la guerra en Ucrania llega a un estancamiento, todo podría ser más difícil”.

El experto en energía francés Thierry Bros es más pesimista, y describe una guerra energética de Rusia para derrotar a Ucrania y socavar la unidad europea.

“El hecho de que estamos recibiendo menos energía, de que nos estamos volviendo menos ricos y que la economía entrará en una recesión podría llegar a una fatiga con Ucrania. Los ciudadanos europeos velarán primero por sí mismos”, dijo Bros.

Las divisiones ya se están viendo en otras áreas.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, que tuvo estrechos lazos con Rusia, sugirió una reducción de las sanciones europeas a Rusia y bloqueó temporalmente un paquete financiero de ayuda para Ucrania e 19.000 millones de dólares. La legislación, sin embargo, fue aprobada el mes pasado.

Polonia y Alemania han chocado sobre el emplazamiento de misiles Patriot alemanes de defensa aérea, lo que algunos reportes sugieren que revelan otras diferencias.

También hay divisiones europeas sobre la amenaza de Rusia y el futuro de las relaciones con Moscú, dicen los analistas. Una reciente sugerencia del presidente de Francia, Emmanuel Macron, de que Occidente debería considerar “garantías de seguridad” para Rusia fue mal recibida por Polonia y los Países Bálticos.

“Hay un entendimiento claro de que la lucha contra la invasión de Rusia es una lucha por su propia libertad”, dijo Sebastien Maillard, director del Instituto Jacques Delors en París, en referencia a los países europeos situados cerca de Rusia. “Es muy obvio para Polonia, los estados bálticos y los Balcanes, pero no tan obvio para la parte occidental de Europa”.

Lesser, del Fondo Marshall Alemán, cree que Europa se enfrentará a otra prueba. Hasta la fecha, el apoyo financiero y militar de Estados Unidos para Ucrania ha sido muy superior que el de la Unión Europea.

“Cuando llegue la reconstrucción en Ucrania, incluyendo todo lo que podría hacerse ahora para ayudar a la sociedad ucraniana antes que termine la guerra, pienso que va a haber una presión mucho mayor del lado americano para Europa para que haga más y gaste más”, dijo Lesser. “Porque puede”.

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