El arzobispo de Canterbury concluyó la ceremonia de casamiento del Príncipe Guillermo y la ahora Princesa Catalina y el obispo de Londres, Richard Churches pronunció su discurso, en los tramos finales de la Boda Real, donde pidió a los recién casados que "recuerden siempre lo que es importante en la vida y sean generosos".
Los príncipes abandonaron la abadía de Westminster tras la ceremonia y realizaron el recorrido por las calles de Londres en una carroza abierta, ante el delirio de la multitud, para dirigirse al Palacio de Buckingham.
La multitud celebró a los príncipes y la reina Isabel cuando salieron al balcón, después de que la soberana arribara, tras el carruaje del los príncipes. Los recién casado cumplieron con el ritual del beso real ante el delirio de los miles de asistentes, sobre todo porque esta vez no fue uno, sino dos los besos de los príncipes.
El príncipe Guillermo estuvo sumamente tranquilo y la ahora princesa mostraba cierto nerviosismo. A las 2 de la tarde hora del este de Estados Unidos, los príncipes asistirán a una recepción en su honor junto a 300 invitados.
Así como ocurre en toda las Américas, muchos estadounidenses, dejados llevar por la emoción de la boda real británica, se levantaron muy temprano este viernes 29 de abril de 2011, para ver la ceremonia en televisión.
Restaurantes, bares y otras organizaciones planearon fiestas para ver la boda desde las 4 de la mañana, pese a lo inconveniente de las horas.
En la ciudad de Nueva York se realizó una fiesta en Times Square, al igual que en Walt Disney World, en Orlando, Florida.
Y por supuesto, mucha gente en toda la nación se reunió en sus casas, redcibió a familiares y amigos que fueron a cenar y se quedaron a dormir, para ver la ceremonia, comer dulces, tomar el té y hablar sobre el mundo espectáculo, en un desayuno muy temprano.
Invitados
El astro del fútbol David Beckham y su esposa Victoria, el primer ministro británico, David Cameron, el rey de Noruega y el cantante Elton John estuvieron entre los casi dos mil invitados en la abadía de Westminster para la ceremonia.
Otros invitados fueron el nadador olímpico australiano Ian Thorpe, el cineasta británico Guy Ritchie y el actor Rowan Atkinson, conocido por su personaje de “Mr. Bean”.
La hermana de la ahora princesa Catalina, Philippa, fue su dama de honor, mientras que el hermano del príncipe Guillermo, Harry fue su padrino de bodas. También asistió a la boda Chelsy Davy, quien ha tenido una relación de noviazgo con Harry.
También fueron invitados miembros de las fuerzas armadas como así también los directivos de varias organizaciones caritativas.
Entre las figuras mundiales que no fueron invitadas a la ceremonia de la boda real británica estuvieron el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
30 años después de Carlos y Diana
La boda de los príncipes reales británicos, Guillermo y Catalina, es la primera a la que asiste el Reino Unido en 30 años, desde que los padres del príncipe heredero, el principe Carlos y la princesa Diana se casara en 1981.
La jóven pareja se presentó con solemnidad, pero tranquilos para decir "si quiero" ante los 1.900 invitados y más de 2 mil millones de televidentes en todo el mundo.
Las calles de Londres están desbordadas por miles de personas que asistieron al paso de la princesa en su camino hacia la abadía de Westminster donde se desarrolla la boda.
La presencia de Catalina en su vestido diseñado por Sarah Burton, puso fin a meses de especulaciones.
Tal como estaba previsto la reina Isabel, el primero en la línea de sucesión, el príncipe Carlos y su esposa Camila fueron los últimos en llegar, antes del inicio de la ceremonia.
Tras la declaración de que ya están casados, según informó el Palacio de Buckingham, la Casa Real Británica, Guillermo y Catalina como oficialmente serán llamados, reciben el título de Duque y Duquesa de Cambridge.