El príncipe británico Guillermo y su esposa Catalina, llegaron a la pequeña localidad de Slave Lake, en Canadá, para mostrar su apoyo a la zona, devastada en mayo por un enorme incendio forestal.
La pareja real suspendió su día de relax en las Montañas Rocosas para ir a visitar la localidad en la que sus 7.000 habitantes fueron evacuados durante uno de los incendios forestales más graves de los últimos años que destruyó 400 casas y causó daños por valor de $728 millones de dólares.
Se trata del primer viaje oficial al extranjero para los duques de Cambridge, que además de Canadá incluirá una visita a California.
Durante dos horas, el príncipe y su esposa recorrieron un vecindario destruido por el fuego, y se reunieron con residentes y miembros de los equipos de rescate. Guillermo mostró su interés por las operaciones de rescate, vinculadas con su labor como piloto de helicópteros en una unidad militar diseñada para rescatar a marineros o a montañistas en dificultades.
La alcaldesa de Slave, Karina Pillay-Kinnee, dijo que no cabía duda de que la visita a Slave Lake había dejado una gran impresión. "Slave Lake lo necesitaba y quiero agradecer a la pareja real por tomarse su tiempo", según recoge Associated Press.
Calgary será su siguiente y última etapa de la gira por Canadá antes de partir hacia California.