El líder opositor venezolano Juan Guaidó denunció el lunes que el gobierno de Nicolás Maduro intenta mover entre 1.000 millones y 1.200 millones de dólares a Uruguay, en medio de la crisis de gobernabilidad que enfrenta el país petrolero y sus pocas opciones para operar en el mercado financiero internacional.
El Congreso opositor acordó en enero solicitar a naciones del mundo que congelen las cuentas del país sudamericano, aprovechando que Estados Unidos y la mayoría de los países de Europa y de la región desconocen el segundo mandato de Maduro.
El venezolano Banco Nacional de Desarrollo (Bandes) cuenta con una sucursal en el país sureño y Guaidó solicitó a Montevideo detener esa transferencia de fondos hacia esa institución, porque consideran que es una vía para "robarse" el dinero.
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Al gobierno de Maduro se le hace cada vez más difícil movilizar recursos en el sistema financiero internacional, una vez que los bancos globales prefieren no ser intermediarios de las transacciones debido a las sanciones financieras que impuso Estados Unidos.
Los fondos que supuestamente se intentan mover hacia Uruguay estarían en cuentas que administra el equipo de Maduro en bancos europeos, dijo una fuente conocedora del asunto.
La transacción es planificada después de que más de una docena de naciones de Europa reconocieron al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente interino el lunes.
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En medio de la crisis política, el gobierno de Uruguay ha preferido llamar a un diálogo entre la oposición y Maduro, a quien todavía consideran presidente legítimo, acompañado en esta posición por México.
El equipo de Guaidó, tras asumir la presidencia bajo un mecanismo previsto en la Constitución de ese país, intenta tomar control de una filial de la petrolera venezolana en Estados Unidos y detener la venta de oro en el extranjero, según algunos de sus miembros.