El gobierno en disputa que encabeza Nicolás Maduro en Venezuela ha reaccionado con indignación al reciente anuncio de Estados Unidos de perdonar al exjefe del Sebin, Manuel Christopher Figuera, quien rompió con el régimen socialista.
El anuncio lo hizo el lunes el vicepresidente estadounidense Mike Pence, quien mostró la medida con la esperanza de que "esta acción motive a otros a seguir el ejemplo" de Figuera.
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Figuera fue sancionado en febrero de este año, pero a partir del martes, todos sus bienes y activos en Estados Unidos quedan descongelados y se le permite hacer transacciones con individuos en el país. Por ahora, se desconoce el paradero del excomandante de inteligencia.
Funcionarios del gobierno de Maduro no tardaron en reaccionar. La vicepresidenta Delcy Rodríguez, fue una de las primeras en arremeter contra Washington.
Rodríguez aprovechó para fustigar al gobierno encargado que lidera Juan Guaidó.
Diosdado Cabello, otro peso pesado en el apoyo a Maduro y que lidera la Constituyente venezolana, también criticó la medida, según constató la reportera de la Voz de América, Adriana Núñez Rabascall.
El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno, también rechazó el miércoles las amenazas del gobierno de Estados Unidosde aplicar sanciones a todos sus jueces, acusando a la administración Trump de tratar de manipular el sistema de justicia de la nación y fomentar un golpe de estado.
"Esta acción ilegal, despreciable e intolerable viola las normas y principios del derecho internacional que gobiernan las relaciones entre las naciones civilizadas", dijo Moreno, un aliado político de Maduro que ya enfrenta las sanciones de Estados Unidos, dijo en la televisión estatal.
"No somos chantajeables y no nos subordinaremos jamás ante un gobierno extranjero que pretenda vulnerar la soberanía de nuestra patria", señaló Moreno.
La posición de la Casa Blanca generó quejas también en la Cámara de Representantes estadounidense, donde Eliott Engel, jefe del Comité de Relaciones Exteriores del órgano, criticó la postura del vicepresidente Pence diciendo que la intervención por parte de Estados Unidos "es una opción que no debe estar sobre la mesa”.
"Estoy preocupado por el camino que está tomando la política exterior de este país”, dijo el representante demócrata.
Guaidó por su lado elogió el anuncio de Pence en su cuenta de Twitter.