Puede que Bridget, al lanzar una pelota por un aro no sepa que está recibiendo un entrenamiento físico. Pero su madre, Catherine Byrne, tiene muy clara la función de la clase de gimnasio semanal. Ella quiere que su hija de tres años tenga un buen inicio en las rutinas que le permitirán mantenerse en forma.
"Yo no lo hice, entonces quiero que ella si tenga acceso a una vida saludable. Quiero que el ejercicio sea parte de su vida cotidiana y no como algo que tiene que ponerse al día después", dice Byrne.
La obesidad infantil en Estados Unidos se ha más que triplicado en los últimos 30 años, según estadísticas del gobierno. Actualmente, casi uno de cada tres jóvenes sufre de sobrepeso.
Por esta razón el número de padres de familia interesados en programas de acondicionamiento físico para los bebés y niños pequeños está en aumento. Estos programas tratan de fomentar el amor por la vida y ver el ejercicio como algo divertido.
La clase de Bridget se realiza en el FunFi, el gimnasio de una escuela primaria en los suburbios de la ciudad de Washington.
Es un gimnasio móvil y atiende a niños de uno a 13 años.
"Utilizamos los servicios de recreación, escuelas, guarderías, centros de cuidado infantil para llegar realmente a la población de niños y padres de familia como sea posible", dice Celia Kibler, fundadora de FunFit.
"Nos gustara incorporar a las familias, para que todo el mundo aprenda a hacer ejercicio juntos", dice Kibler.
Los expertos dicen que la falta de actividad física es uno de los principales causantes de la epidemia de obesidad infantil en los Estados Unidos.
Los jóvenes estadounidenses entre los ocho y 18 años de edad pasan más de siete horas y media al día con pantallas que ofrecen entretenimiento como la televisión, los videojuegos o los computadores, indica un reciente estudio de la Fundación Kaiser.
