Su amor por la música, historias duras de vida y haber caído en la misma cárcel fue lo que unió este proyecto. Se trata de Free Convict, un grupo de presidiarios y expresidiarios venezolanos que buscan a través del rap y hip hop demostrar que la reinserción social sí es posible.
Sus integrantes se conocieron en los pasillos de la Penitenciaria General de Venezuela (PGV), en el estado Guárico, centro del país, y están haciendo música desde el 2013. Actualmente son 15 personas: 11 están en libertad, dos se fueron del país y otros dos siguen cumpliendo condenan.
Ray Martínez, vocero y rapero, no se cohíbe al contar su historia. Relató a la Voz de América que está en la delincuencia desde los 15 años. Fue detenido la primera vez a los 20 años por robo agravado y porte de arma de fuego. Sale de la cárcel, pero vuelve a caer preso a los 26 años por ocultamiento de arma y municiones de guerra, prejuicio a la nación y asociación para delinquir.
Martínez explicó que Free Convict comenzó con grabaciones de notas de voz en un Blackberry y se fue corriendo la voz. Un día llegó una productora audiovisual que estaba documentando la situación en las cárceles y desde entonces están trabajando con ellos.
Desde la cárcel prometimos que íbamos a salir y a cambiar nuestra vida a través de la música. Poco a poco se fue realizando el sueño”Ray Martínez, vocero y rapero.
“Desde la cárcel prometimos que íbamos a salir y a cambiar nuestra vida a través de la música. Poco a poco se fue realizando el sueño”, afirmó.
Admitió que sí cometieron errores y que “no nos tapamos en la música para decir que somos personas buenas”, pero poco a poco van demostrando que están “haciendo las cosas de corazón”.
Martínez explicó a la VOA que buscan llevar un mensaje positivo a la sociedad de “cambio" y "resiliencia”. “Creo que todas esas experiencias ahora están convertidas en herramientas. Creo que el simple hecho de ver que ahora tenemos oportunidades, que nos brinden oportunidades, es lo que nos ha hecho abrir los ojos para darnos cuenta que la reinserción sí es posible”, agregó.
Reconoció que su música, como ellos, ha evolucionado. “Al principio cantábamos música violenta, pero nos dimos cuenta que lo que queríamos era cambiar las cosas. Y si queríamos cambiar las cosas, teníamos que cambiar nuestro mensaje”.
La historia de Ray se parece, pero al mismo tiempo difiere de la de sus compañeros. El rango de edad de los integrantes va de 25 a 35 años, todos fueron detenidos por una rama de crímenes que van desde robo hasta drogas y todos - a excepción de uno - son de zonas populares de Caracas.
Omar Puerta, también conocido como “Innato”, es otro de los raperos que le dan vida a Free Convict. Explicó a la VOA que a pesar de que vendía droga, no ha estado en prisión. Reconoció que estuvo cerca en dos ocaciones, pero no “esperé la tercer”.
Conoció a Ray desde que eran jóvenes y los unió la misma pasión por la música. Hubo un momento en el que se separaron, pero volvieron a reencontrarse cuando lo llamó desde la PGV para contarle el grupo que había conseguido.
Innato expuso que las letras de sus canciones vienen de su “sufrimiento, de su historia” y porque no quieren que los jóvenes tengan que pasar por eso y encontraron en la música su forma de enviarles el mensaje.
Esta transición de la delincuencia a la música se da por sus mismo códigos, afirmó. “O dejas de delinquir, y perteneces al grupo, si no, (...) le causuamos peligro a toda la agrupación”.
Por su parte, Benjamín Pacheco, otro de los integrantes, asegura a la Voz de América que Free Convict es su familia. Ha estado en la cárcel tres veces: a los 17 años, a los 20 años y salió hace cinco meses después de 6 años, en todas por robo, directo a la agrupación.
“La música dentro del penal cambió mi vida porque me alejó del ocio y de todas esas cosas que en algún momento pensé hacer afuera”, afirmó. “La música me dió esa otra oportunidad que alguna vez yo mismo me negué estando afuera”.
Free Convict ya tiene su primer álbum, “Volumen 1”, compuesto por 10 canciones, todas grabadas en el estudio que lograron armar en la PGV. De los temas, aseguran que ‘De la cárcel para el mundo’ es la que más habla sobre ellos como grupo porque “expresa todas las cosas que queremos cambiar y lo que somos”, afirmó Martínez.
Es precisamente esta canción la que les valió dos nominaciones a los premios locales “Pepsi Music” por tema y video musical, que se celebrarán este jueves 10 de octubre. Como agrupación, esperan para el futuro que sus integrantes estén estables, seguir creciendo, darse a conocer y seguir haciendo lo que aman: la música.