La Guardia Nacional ha tomado posiciones en partes de la ciudad de Baltimore que el lunes se vio envuelta en desórdenes luego del funeral de Freddie Gray, un joven negro de 25 años que murió mientras estaba en custodia de la policía.
La alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake dijo que el lunes fue “uno de los días más oscuros” que ha enfrentado Baltimore y declaró un toque de queda de 10 de la noche a cinco de la mañana hora local por una semana, mientras el gobernador del estado, Larry Hogan, declaraba el estado de emergencia y activaba la Guardia Nacional.
"Puedo comprender la rabia. Pero lo que veo no es rabia, es la destrucción de la comunidad", dijo la alcaldesa a los reporteros la noche del lunes, llamando a los manifestantes "rufianes".
La hermana de Freddie Gray condenó el pillaje. "Yo creo que la violencia está mal... No me gusta para nada", dijo Fredericka Gray.
Unos 15 policías resultaron heridos por la ola de violencia en la ciudad, y dos de ellos continúan hospitalizados.
El Departamento de Policía de la ciudad emitió un comunicado en el cual establece que hay una amenaza creíble que miembros de pandillas estadounidenses como los Crips y los Bloods, entre otras, busquen eliminar a oficiales.
Imágenes de televisión mostraron constantes enfrentamientos entre protestantes y la policía, con algunos entrando a una farmacia y otros negocios para saquearlos y varios carros, algunos policiales, siendo quemados.
Una farmacia de la cadena CVS también resultó quemada.
El capitán de la Policía de Baltimore, Eric Kowalczyk, dijo que un oficial estaba inconsciente y otros han resultado con fracturas después de que la gente arrojara ladrillos, piedras y otros objetos a la policía.
"Lo que sabemos es que son criminales", dijo Kowalczyk. "Atacan a oficiales sin provocación. No tienen interés en la seguridad de las personas que viven en la comunidad y nuestros efectivos trabajan duro para restablecer el orden".
La violencia ocurrió después que numerosas personas se congregaran en una iglesia de Baltimore para despedir a Freddie Gray, el joven de 25 años que murió a causa de una lesión sufrida mientras estaba bajo custodia policial.
La muerte de Gray se convirtió en el último incidente que desató protestas por la interacción entre minorías y la policía en Estados Unidos.
La causa de la lesión todavía no está clara. Las autoridades dicen que Gray no fue atado apropiadamente mientras era transportado en una camioneta de la policía.
Entre los asistentes al funeral estaban el reverendo Jesse Jackson y el congresista por Maryland, Elijah Cummings, cuyo distrito incluye Baltimore.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el secretario del gabinete Broderick Johnson, quien encabeza una iniciativa sobre minorías, representó la administración del presidente Barack Obama.
El abogado de la familia Gray, Bill Murphy Jr., pidió a los agentes que participaron en el incidente que enfrenten a la opinión pública y cuenten su versión de los hechos.
"Es una corrosión de la justicia", dijo Murphy en un discurso en el funeral. "Y estamos pidiendo a la policía, los seis de ellos que están al menos parcialmente, si no totalmente implicados, a presentarse”.
Los manifestantes han estado demandando justicia y protestando diariamente en su mayor parte de manera pacífica. Pero el sábado la manifestación se volvió esporádicamente violenta y varias vidrieras y parabrisas de autos fueron rotos. Al menos 34 personas fueron arrestadas.
Las autoridades han suspendido administrativamente a seis de los policías que estuvieron en contacto con Gray y el Departamento de Justicia investiga la posibilidad de que haya habido violaciones a los derechos civiles por parte de la policía.