Ni un solo euro de los 8.000 millones que los países de la Eurozona y el FMI habían previsto entregar de inmediato a Atenas le será dado a los griegos hasta que no quede clara cuál es su posición, dijo este miércoles el presidente francés, Nicolás Sarkozy.
"Si las reglas de juego no son aceptadas, ni la Unión Europea ni el FMI van a entregar ni un céntimo a Grecia", dijo Sarkozy en Cannes, Francia, en una rueda de prensa junto con la canciller de Alemania, Angela Merkel.
Sarkozy y Merkel se reunieron con el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, para que éste pusiera en claro cuál es su posición respecto al nuevo paquete de ayuda acordado por las naciones europeas la semana pasada para sacar a Grecia de la crisis de la deuda.
La entrevista se llevó a cabo de forma previa a la cumbre del G-20 después de que Papandreu dijo sorpresivamente que convocará a un referéndum sobre le plan de rescate otorgado a su país.
"El principio del referéndum es legítimo, pero no podemos mantenernos en una incertidumbre prolongada", dijo Sarkozy.
En la rueda de prensa, el presidente francés dijo que Papandreu se comprometió a llevar a cabo la consulta lo antes posible, el 4 o el 5 de diciembre próximos.
Sarkozy declaró que los franceses esperan seguir unidos con los amigos griegos, pero que hay reglas que se deben respetar, y que es Grecia la que debe decidir si se queda en la Eurozona o se va.