El fiscal Emiliano Arias ordenó el jueves el allanamiento simultáneo de cuatro obispados chilenos en busca de material sobre abusos sexuales de menores y su eventual encubrimiento por parte de obispos.
El asesor de prensa del fiscal, Diego Alcaíno, dijo a The Associated Press que Arias encabezó el operativo de Chillán, 400 kilómetros al sur de Santiago. Los otros allanamientos se realizaron en el vecino puerto de Valparaíso, en Concepción y en Osorno, todas localidades ubicadas al sur de la capital.
"Se busca acá lo que hemos buscado en todos los allanamientos que hemos realizado con autorización judicial (que es) fundamentalmente conocer todas las denuncias que se hubiesen realizado contra sacerdotes y que la materia sean delitos sexuales cometidos contra menores de edad, abuso sexual", dijo Arias a periodistas.
Fotografías publicadas por periódicos locales en sus sitios en internet mostraron a agentes de la policía saliendo con gruesas carpetas de algunas diócesis.
En allanamientos anteriores se buscaron documentos sobre investigaciones por abusos sexuales a menores realizadas en secreto por la Iglesia y en ocasiones enviadas al Vaticano y a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Los casos de abuso han desatado una crisis interna en la Iglesia católica chilena que llevó al papa Francisco a pedir la renuncia a mediados de mayo de sus 31 obispos activos, de los cuales sólo ha aceptado cinco. Expertos dicen que la Iglesia no tiene reemplazos para todos los prelados que quisiera remover.
Hasta antes del escándalo, las autoridades eclesiásticas no tenían obligación de informar las denuncias de menores o las averiguaciones internas que realizaba la institución a la fiscalía. Aunque ahora tampoco existe esa obligación, dada la profundidad de la crisis la Iglesia se comprometió a entregar datos al Ministerio Público.
Arias lleva al menos una veintena de investigaciones judiciales sobre un grupo de sacerdotes de Rancagua, 80 kilómetros al sur de Santiago, involucrados en supuestos abusos y de un excanciller del obispado de Santiago que habría violado a por lo menos cuatro menores y se encuentra encarcelado.
Con el material decomisado en un allanamiento en el obispado y el Tribunal Judicial de la Iglesia en Santiago en junio, Arias citó a declarar como acusado de encubrir abusos al arzobispo emérito de la capital, el cardenal Ricardo Ezzatti, quien postergó su asistencia a la espera de que el fiscal procese el material.
Según la última estadística de la fiscalía, a fines de agosto había 119 investigaciones vigentes y 167 acusados, entre ellos siete obispos y 96 curas, por el abuso sexual de menores.
Un par de exseminaristas denunciaron recientemente al jubilado obispo de Valparaíso y a los de San Felipe y Aysén de encubrir delitos sexuales contra menores.