La pobreza en Estados Unidos aumentó dramáticamente en 2022, particularmente entre los niños, después de que se permitió que expiraran los programas de apoyo social implementados durante lo peor de la pandemia del coronavirus, según datos publicados esta semana por la Oficina del Censo.
En todo Estados Unidos, el 12,4 % de los estadounidenses vivían en la pobreza en 2022, frente a sólo el 7,8 % en 2021. El aumento fue aún más pronunciado entre los niños, con un 12,4 % viviendo en la pobreza el año pasado, en comparación con el 5,2 % en 2021.
"Esto es devastador", dijo Aileen Carr, directora ejecutiva interina del Centro sobre Pobreza y Desigualdad de la Facultad de Derecho de Georgetown. "Este es el peor [aumento] que jamás hayamos visto, especialmente en lo que respecta a la pobreza infantil. Es catastrófico el sufrimiento humano que representan estas cifras".
Los datos se publicaron como parte de la Medida Suplementaria de Pobreza (SPM, por sus siglas en inglés), que el gobierno calcula por separado de las cifras oficiales de pobreza. El SPM considera tanto la cantidad de dinero que las familias reciben de los programas de ayuda del gobierno como las variaciones en el costo de vida en las diferentes comunidades de EEUU.
La tasa oficial de ingresos del nivel de pobreza para una familia con dos adultos y dos niños era de 29.678 dólares en 2022. El SPM, destinado a proporcionar una imagen más matizada, fijó la tasa para esa misma familia de cuatro, suponiendo que vivían en viviendas de alquiler, en 34.518 dólares.
Caducan los programas pandémicos
En muchos sentidos, las bajas cifras de pobreza de 2021 fueron una aberración. En ese momento, el gobierno federal apoyaba los ingresos de millones de estadounidenses con una variedad de programas de ayuda relacionados con la pandemia. Uno de los más eficaces fue el Crédito Tributario por Hijos, que durante un año proporcionó a los padres de bajos ingresos un pago mensual basado en el número de hijos de su hogar.
En ese momento, los partidarios del crédito predijeron que esto reduciría drásticamente el número de niños que vivían por debajo del umbral de pobreza, y los datos del programa confirmaron esas predicciones.
Los partidarios de la medida también argumentaron que los beneficios del programa tanto para los niños como para la sociedad en general superarían con creces los costos, porque la reducción de la pobreza infantil está estrechamente relacionada con mejores resultados en las áreas de salud, educación y participación futura en la fuerza laboral.
Originalmente se consideró una extensión del Crédito Tributario por Hijos como parte de la Ley Reconstruir Mejor, un proyecto de ley que contenía muchas de las prioridades políticas del presidente Joe Biden, pero en la versión reducida que finalmente se aprobó como Ley de Reducción de la Inflación en 2022 el programa no fue extendido.
Si bien los republicanos en el Congreso han apoyado en el pasado algunas versiones de un crédito tributario por hijos, y algunos actualmente abogan por una expansión más mesurada; otros han expresado resistencia al plan de los demócratas de recuperar el alcance de la asistencia de la era de la pandemia. Entre sus preocupaciones está la de que el crédito pueda servir para desalentar la búsqueda de empleo, manteniendo a los padres fuera de la fuerza laboral.
Cuando se debatió el tema en 2021, una estimación sugirió que la implementación permanente del crédito reduciría la fuerza laboral estadounidense en 1,5 millones. El precio de la medida, estimado en 1.600 millones de dólares en 10 años, aumentaría significativamente el déficit presupuestario de la nación a menos que se adoptaran medidas para compensar los costos, y el plan de los demócratas de equilibrar el desembolso con mayores ingresos fiscales va en contra de la resistencia demostrada por los republicanos a aumentar los impuestos.
Las familias luchan
El hecho de que la pobreza aumentara a partir de 2022 no fue una novedad para las personas que ven los efectos de la privación económica en Estados Unidos todos los días.
Judy Estey, directora ejecutiva de The Platform of Hope (Plataforma de la Esperanza), una organización con sede en Washington que, según refiere, " trabaja principalmente con familias de color que se han visto en desventaja históricamente".
Estey dijo a la Voz de América que la retirada de los programas de apoyo de la era de la pandemia, y en particular el Crédito Tributario por Hijos, ha empeorado aún más las circunstancias ya difíciles de algunos de sus clientes.
"Hemos visto a familias que ya enfrentaban muchas barreras y desafíos luchar aún más", aseguró.
Si bien la ayuda pandémica todavía estaba disponible, explicó Estey, su organización registró mejoras significativas en la situación financiera de sus clientes, a menudo desproporcionadas con la cantidad de ayuda que estaban recibiendo.
Aunque la ayuda por la pandemia aumentó los ingresos de los hogares en aproximadamente un 12 %, dijo, la Plataforma de la Esperanza experimentó una mejora del 24 % en los niveles de deuda de los clientes y un aumento del 21 % en sus ahorros.
Defensores frustrados
Los defensores de un mayor gasto en programas sociales, como Carr de Georgetown Law, están particularmente frustrados por el fin del Crédito Tributario por Hijos porque tuvo un éxito considerable.
"Esta es una solución política que es muy clara y directa, y que funciona", afirmó. “Y tomamos una decisión. Ahora hay 5,2 millones más de niños que ahora son pobres, que el año pasado no lo eran”.
Elizabeth Lower-Basch, subdirectora ejecutiva de políticas del Centro de Derecho y Política Social, describió las cifras publicadas esta semana como "no sorprendentes, pero sí profundamente decepcionantes".
La mujer destacó que los niveles de pobreza en Estados Unidos dependen en gran medida de las decisiones políticas tomadas en Washington.
Durante la pandemia, "tomamos la decisión de que íbamos a tomar en serio la pobreza, y en particular la pobreza infantil, y asegurarnos de que la gente tuviera lo que necesitaba", dijo en conversación con la VOA. "Eso es asistencia en efectivo, pero también beneficios alimentarios y atención médica. Ahora, realmente estamos reduciendo ese apoyo y, con la pobreza infantil, volvemos a donde estábamos".
El hecho de que los niveles de pobreza estén aumentando en un momento en que el desempleo en Estados Unidos está cerca de niveles récord demuestra la necesidad continua de programas gubernamentales para ayudar a las familias de bajos ingresos, dijo Lower-Basch.
"Tener padres que trabajan, incluso a tiempo completo y durante todo el año, no es suficiente para mantener a los niños fuera de la pobreza", afirmó.
Los legisladores prometen acción
Después de que la Oficina del Censo publicara sus datos esta semana, hubo una oleada de actividad en el Capitolio cuando los legisladores demócratas se comprometieron a recuperar el crédito fiscal en la primera oportunidad.
El senador Ron Wyden, presidente del Comité de Finanzas del Senado encargado de la redacción de impuestos, dijo que se aseguraría de que un paquete tributario de fin de año incluya una expansión del Crédito Tributario por Hijos.
La representante Rosa DeLauro, la principal demócrata en el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, dijo en una conferencia de prensa el miércoles que el crédito fiscal debería restablecerse y agregó que el mismo "se amortiza solo".
Sin embargo, parece poco probable que la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, reintroduzca el crédito fiscal.
Comentario de la Casa Blanca
El miércoles, en la Casa Blanca, Jared Bernstein, presidente del Consejo de Asesores Económicos de Estados Unidos, dijo que la administración Biden apoya la reintroducción del Crédito Tributario por Hijos y planea luchar por él.
"Tenemos la intención de continuar no sólo luchando por un crédito tributario por hijos mejorado, sino hacerlo de una manera fiscalmente responsable", dijo durante una conferencia de prensa.
Berstein señaló que la medida forma parte de la propuesta presupuestaria del presidente Biden, y que se financiará aumentando la proporción de impuestos que pagan los estadounidenses más ricos.
"Así que no sólo estamos hablando de alcanzar niveles históricamente bajos de pobreza infantil, sino que también estamos hablando de hacerlo en el contexto de inyectar mucha más justicia en lo más alto del código tributario", dijo Bernstein.