Por segunda vez en dos días, el presidente filipino, Rodrigo Duterte, amenazó con romper las relaciones militares con Estados Unidos.
Duterte habló este miércoles durante un foro económico en Tokio, en el según día de visita a Japón, un aliado importante de Estados Unidos en la región.
El mandatario reitero querer que Filipinas quede ‘libre de la presencia de tropas extranjeras” en los próximos dos años, aún si eso significa “revisar o derogar acuerdos”.
Un pequeño contingente de soldados estadounidenses están destacados en isla de Mindanao, en Filipinas, con la misión de ayudar a combatir la insurgencia islámica local.
Duterte se reunió con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien ha subrayado los fuertes vínculos con Washington como un contrapeso a la creciente asertividad de Beijing en el mar de la China meridional.
El combativo presidente filipino de 71 años, ha dirigido una serie de fuertes comentarios y amenazas contra Estados Unidos, en respuesta a las criticas de Washington sobre su violenta campaña antidrogas en la que el gobierno ha matado a unas 4.000 personas desde que asumió el poder el 30 de junio.