El único indicio en Ferguson de las intensas protestas son los comercios que han tenido que reemplazar sus ventanas y puertas con tablas de madera, tras ser saqueados.
El suburbio de San Luis, Missouri, está en total calma. La principal arteria vial donde se dieron las manifestaciones hoy se ve tranquila.
A pesar de esto, los residentes de Fergurson afirman que no olvidan lo que sucedió el 9 de agosto cuando el joven negro Michael Brown, de 18 años, murió a manos de un policía blanco.
"No vamos a dejar que la gente se olvide de lo que pasó. Esto es parte de la historia. Sólo porque el funeral término eso no significa que nuestra juventud va a sufrir la misma situación de antes, estar sujetos a morir a manos de un policía", dijo Dontey Carter, uno de los pocos manifestantes que queda en el área designada por las autoridades para protestas.
Durante los últimos días, la Voz de América ha conversado con decenas de personas en la comunidad.
La mayor parte de ellos afirman que la relación entre afroestadounidenses y la policía siempre ha sido poco cordial.
Para la noche de este martes se convocó a otra protesta.
Sin embargo, las posibilidades de manifestaciones violentas y de saqueos son mínimas.
Este factor le genera tranquilidad a varios propietarios de comercios en la avenida West Florissant, lugar donde ocurrieron las protestas más graves y que esta llena de establecimientos comerciales.
La pequeña empresaria Kay Mershon, dueña de una barbería, le dijo a la Voz de América que ya era hora que pararan los disturbios.
"Durante los últimos 12 a 13 días ha sido muy lento. Nuestros clientes no han podido venir porque las calles estaban bloqueadas, todos los días, así que perdimos dinero", dijo.
A pesar de que la mayoría de los negocios han reabierto sus puertas al público, otros no tienen planes de hacerlo pronto nuevamente, especialmente la gasolinera QuikTrip de la West Florissant, que fue quemada y destruida.
Hoy, una baranda de alambre impide el acceso a esa propiedad.
Asimismo, de manera menos pública, las investigaciones continúan en Ferguson.
El gran jurado comenzó deliberaciones el miércoles 20 de agosto, con el fin de analizar las evidencias y acordar si se levantan cargos contra el oficial de policía Darren Wilson, quien mató a Michael Brown.
La mayoría de la comunidad afroestadounidense en Ferguson no confía en las investigaciones que realizan las autoridades locales.
Sin embargo, si confian en las averiguaciones federales que estan siendo lideradas por el Departamento de Justicia y el FBI.
Mientras a puertas cerradas se continúa tratando de decidir si el policía irá a juicio, los residentes de este suburbio, de poco más de 21.000 personas, aseguran que ahora solo queda tener paciencia y ver qué sucede con el caso.