La policía y enardecidos manifestantes volvieron a enfrentarse en Ferguson, Missouri solo horas después de que el jefe de policía de esa localidad, Thomas Jackson, se disculpara en un video con la familia de Michael Brown.
El adolescente negro inerme de 18 años fue abatido por un policía blanco en esa pequeña ciudad que es parte de los suburbios de San Luis.
El jefe Jackson intentó hablar con los manifestantes y por un momento marchó con ellos hasta que unos metros detrás se desató una pelea que terminó con el arresto de unas cuatro personas.
El jefe Jackson dijo el jueves en el video que “nadie que no haya experimentado la muerte de un hijo puede entender lo que ustedes están pasando. Estoy realmente apenado por la muerte de su hijo”, señaló.
El jefe de policía de Ferguson también ofreció disculpas por haber tardado tanto en retirar de la calle el cadáver de Brown. Explicó que los investigadores están recogiendo evidencia para poder tener “una idea clara de lo que ocurrió ese día, pero tomó demasiado tiempo”, reconoció.
En el video, Jackson también ofreció disculpas a “cualquier manifestante pacífico que no cree que hice lo suficiente para proteger su derecho constitucional a protestar, lo siento mucho”, indicó.
Un gran jurado analiza si el agente de policía Darren Wilson enfrentará cargos por la muerte de Brown, y el Departamento de Justicia ha iniciado una investigación de derechos civiles en el caso, así como una investigación separada sobre las prácticas del Departamento de Policía de Ferguson.