Como “preocupante" consideró la Federación de Cámaras de Comercio de Venezuela (Fedecámaras) la amenaza del presidente Nicolás Maduro, quien llamó a los trabajadores a que se tomen aquellas que participen en una supuesta “guerra económica”.
“[Que] un presidente de la República amenace así es preocupante, porque va en contra de la necesidad de generar confianza y camina hacia repetir los mismos errores del pasado reciente”, dijo el segundo vicepresidente del gremio empresarial, Carlos Larrazábal, a la Voz de América sobre las palabras de Maduro.
La llamada “guerra económica”, denunciada en noviembre de 2013, es un plan de sabotaje promovido desde la empresa privada y el sector político de la oposición para desestabilizar el país, según Maduro.
En 14 años han sido expropiadas 1.288 empresas en Venezuela, sin incluir el sector agrícola, según Fedecámaras.
Este tipo de ataques va en contra de cualquier estrategia económica que pueda aplicarse en el país, agregó Larrazábal.
“El gobierno tiene que corregir los fuertes desequilibrios en materia cambiaria, monetaria y fiscal que permitan generar confianza a los actores económicos para que se promueva de nuevo la inversión en Venezuela”, recomendó Larrazábal.
El secretario de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el venezolano Alí Rodríguez Araque, también cuestionó la indefinición de Venezuela en materia de política económica.
El ex presidente de la estatal petrolera de Venezuela, PDVSA, y también ex ministro de economía y planificación, dijo que “está demostrado que el Estado no puede asumir todas las actividades económicas”.
Consideró necesario definir “los roles que va a cumplir el sector privado, estableciendo las regulaciones para evitar la formación de monopolios” y criticó que el estado venezolano ha venido asumiendo roles dentro de la dinámica económica “que están francamente mal y no lo podemos ocultar”.
