Las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos aumentaron ligeramente el año pasado después de dos grandes aumentos durante la pandemia.
Los funcionarios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que las cifras se estancaron durante la mayor parte del año pasado, pero no están seguros de si eso significa que la peor epidemia de sobredosis en EEUU finalmente está llegando a su cima, o será como estancamientos anteriores que fueron seguidos de nuevos aumentos en las muertes.
"El hecho de que parece estar aplanándose, al menos a nivel nacional, es alentador", dijo Katherine Keyes, profesora de epidemiología de la Universidad de Columbia cuya investigación se centra en el consumo de drogas. "Pero estos números siguen siendo extraordinariamente altos. No debemos sugerir que la crisis haya terminado de ninguna manera".
Se estima que el año pasado ocurrieron 109.680 muertes por sobredosis, según las cifras publicadas el miércoles por los CDC. Eso es aproximadamente un 2 % más que las 107.622 muertes registradas en 2021, pero nada como el aumento del 30 % observado en 2020 y del 15 % en 2021.
Si bien el número nacional general se mantuvo relativamente estable entre 2021 y 2022, hubo cambios drásticos en varios estados: 23 informaron menos muertes por sobredosis, uno, Iowa, no experimentó cambios y el resto siguió aumentando.
Ocho estados (Florida, Indiana, Kentucky, Maryland, Michigan, Ohio, Pensilvania y Virginia Occidental) informaron disminuciones considerables de muertes por sobredosis de alrededor de 100 o más en comparación con el año calendario anterior.
Algunos de esos estados tuvieron algunas de las tasas de mortalidad por sobredosis más altas durante la epidemia, lo que según Keyes podría ser una señal de que años de trabajo concentrado para abordar el problema están dando sus frutos.
Los funcionarios estatales mencionaron varios factores para el descenso, como las redes sociales y las campañas de educación sanitaria para advertir al público sobre los peligros del consumo de drogas, más tratamientos para adicciones, como la telesalud, y una distribución más amplia del medicamento naxalona contra las sobredosis.
Además, el estigma que impedía que los usuarios de drogas buscaran ayuda, y que algunos médicos y policías los ayudaran, está disminuyendo, dijo el doctor Joseph Kanter, funcionario de salud del estado de Luisiana, donde las muertes por sobredosis cayeron un 4 % el año pasado.
“Nos estamos poniendo al día y la marea está cambiando, lentamente”, dijo Kanter, cuyo estado tiene una de las tasas de mortalidad por sobredosis más altas del país.
A partir de mediados de los 1990, el abuso de analgésicos opioides recetados fue el culpable de las muertes antes de un cambio gradual a la heroína, que en 2015 causó más muertes que los analgésicos recetados u otras drogas.
Un año después, el fentanilo, más letal, y sus primos cercanos se convirtieron en las mayores drogas asesinas.
El año pasado, la mayoría de las muertes por sobredosis siguieron estando relacionadas con el fentanilo y otros opioides sintéticos. Alrededor de 75.000, un 4 % más que el año anterior. También hubo un aumento del 11 % en las muertes relacionadas con la cocaína y un aumento del 3 % en las muertes relacionadas con la metanfetamina y otros estimulantes.
Las muertes por sobredosis a menudo se atribuyen a más de una droga. Algunas personas toman múltiples drogas y los funcionarios dicen que el fentanilo económico se utiliza cada vez más en otras drogas, a menudo sin el conocimiento de los compradores.
La investigación del doctor Daniel Ciccarone, un experto en políticas de drogas de la Universidad de California en San Francisco, sugiere que "parece haber alguna sustitución", con un número de personas que usan drogas ilícitas recurriendo a las metanfetaminas u otras opciones para tratar de mantenerse alejados del fentanilo y de las drogas contaminadas con fentanilo.
Ciccarone cree que las muertes por sobredosis finalmente disminuirán. Citó mejoras en el asesoramiento y el tratamiento de adicciones, una mejor disponibilidad de naloxona y acciones legales que llevaron a ingresos de más de 50.000 millones de dólares, un dinero que deberá estar disponible para reforzar la prevención de sobredosis.
"Hemos invertido mucho en este problema de 20 años de las sobredosis de opiáceos", dijo. "Debemos estar doblegando la curva”.
No obstante, expresó cierta cautela y dijo que "hemos estado aquí antes".
Por ejemplo, en 2018, cuando las muertes por sobredosis cayeron un 4 % con respecto al año anterior, a alrededor de 67.000, el entonces presidente Donald Trump declaró: "estamos frenando la epidemia de opiáceos".
Pero las muertes por sobredosis luego aumentaron a un récord de 71.000 en 2019, y luego se dispararon durante la pandemia del COVID-19 a 92.000 en 2020 y 107.000 en 2021.
Los confinamientos y otras restricciones de la era de la pandemia aislaron a las personas con adicciones a las drogas y dificultaron el acceso al tratamiento, dicen los expertos.
Keyes cree que las cifras de 2022 no empeoraron en parte porque el aislamiento disminuyó a medida que disminuía la pandemia. Pero puede haber problemas futuros, dicen otros, como una mayor detección del tranquilizante veterinario xilazina en las drogas ilícitas y propuestas para reducir cosas como la prescripción de medicamentos para la adicción a través de la telesalud.
"Lo que nos han enseñado los últimos 20 años de esta crisis de sobredosis es que esto realmente es un blanco móvil”, dijo Keyes. "Y cuando crees que lo tienes controlado, a veces el problema puede transformarse a formas nuevas y diferentes".
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.