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Evacuaciones de escuelas y retrasos de vuelos: efectos en EEUU de las 150 falsas alarmas de un presunto pedófilo peruano


Efectivos de la Interpol Lima detuvieron a Eddie Manuel Núñez Santos, requerido por las autoridades de Nueva York por amenazas a la comunicación interestatal, tentativa de explotación sexual de menores, entre otros delitos. [Foto: Twitter Policía de Perú]
Efectivos de la Interpol Lima detuvieron a Eddie Manuel Núñez Santos, requerido por las autoridades de Nueva York por amenazas a la comunicación interestatal, tentativa de explotación sexual de menores, entre otros delitos. [Foto: Twitter Policía de Perú]

Eddie Manuel Núñez Santos, que se hacía pasar por un adolescente de 15 años en las redes sociales, está acusado de amenazas por comunicación interestatal, falsedad de información y tentativa de explotación sexual de menores.

Evacuaciones y cierres de escuelas, retrasos en vuelos aéreos y el cierre de un hospital ocasionó el peruano Eddie Manuel Núñez Santos, alias ‘Luca’, acusado de realizar falsas amenazas de bomba en más de 150 distritos escolares, sinagogas, aeropuertos, hospitales y un centro comercial, informó el jueves el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Tras un seguimiento de más de tres días, Núñez Santos, de 33 años, fue arrestado el martes, en su domicilio en Lima, por agentes de la Interpol, pues además de estos delitos, es acusado por las autoridades de intentar producir y recibir pornografía infantil.

“Está acusado de intentar inducir a una adolescente de 15 años a tomar y enviarle fotografías desnudas y sexualmente explícitas”, dijo el departamento, y también del supuesto envío de amenazas de bomba como represalia contra ella y otros menores, después de que rechazaron sus requerimientos.

Sus continuas amenazas no solo mortificaron a las víctimas y sus familiares, dijeron las autoridades, sino que obligaron al despliegue, en vano, de agentes para atender las supuestas emergencias.

“Coloqué múltiples bombas dentro del Centro Judío. Las bombas que puse en el edificio explotarán en unas horas. Mucha gente yacerá en un charco de sangre”, decía una de las amenazas de Santos, del 17 de septiembre, a una sinagoga en el condado de Westchester, según las investigaciones del Buró Federal de investigaciones (FBI).

Para el fiscal federal Damian Williams del Distrito Sur de Nueva York, la continua amenaza “provocó una movilización inmediata por parte de las autoridades federales y estatales, desviando recursos críticos de aplicación de la ley y de seguridad pública, y causó miedo en cientos de comunidades en todo este país".

En una denuncia revelada el jueves, el departamento indicó que las falsas alertas abarcaron varios estados, incluidos Nueva York, Pensilvania, Connecticut, Arizona y Alaska, y “provocaron perturbaciones masivas en las comunidades objetivo”.

El subdirector a cargo, James Smith, de la oficina local del FBI en Nueva York, indicó, dijo que Santos no sólo presuntamente envió por correo electrónico cientos de falsas amenazas, sino que “intentó perversamente torturar sexualmente a adolescentes inocentes” y estos hechos, incluso, hicieron mover recursos en falso como fuerzas del orden, socorristas, etc.

En otro ejemplo, el 20 de septiembre, Núñez Santos envió correos electrónicos que contenían amenazas a aproximadamente 24 distritos escolares en Pensilvania, asegura la investigación: “Coloqué múltiples bombas en todas las escuelas de sus distritos escolares. Las bombas explotarán en unas horas. Con mucho gusto sonreiré cuando vuestras familias lloren por vuestras muertes”, escribió el peruano.

El ’pequeño’ de 15 años

Santos fue más allá. El FBI señaló que las amenazas incluyeron referencias a números de teléfono particulares o una dirección IP particular y directrices para comunicarse con estos, los cuales habrían sido usados por mujeres menores de edad, incluidas tres niñas de 17 y 13 años, que residen en Pensilvania, y una de 15 que vive en Nueva York.

Las menores se habrían comunicado con Núñez Santos, quien presumía tener 15 años, y quien pedía fotos de desnudos a sus víctimas y, al negarse, el peruano actuaba amenazándolas de matarlas o de bombardear sus escuelas.

Era tal la magnitud que, de acuerdo con la investigación, más de 1.100 escolares de aproximadamente 20 escuelas diferentes fueron evacuados en Pensilvania, como resultado de uno de los mensajes de Núñez Santos.

El departamento de Justicia indicó que el peruano está acusado de transmitir comunicaciones interestatales amenazantes, transmitir información falsa y bulos, intentar explotar sexualmente a un niño, intentar coaccionar y seducir a un menor e intentar recibir pornografía infantil.

El 22 de septiembre, el FBI activó la alerta roja internacional para capturar a Núñez. La investigación fue dirigida por la Fuerza Conjunta contra el Terrorismo de Nueva York del Buró Federal.

El jefe de la Interpol Lima, coronel Aldo Ávila Novoa, dio detalles de la captura del peruano y señaló que, tras coordinar las operaciones, se logró en “tiempo récord” su captura y aclaró que desconoce los nexos o contactos que tenga el hombre en EEUU.

“Esta modalidad ha causado pánico en algunos colegios y servicios público en los Estados Unidos, que han tenido que parar”, agregó. "Esto es una actividad que puede ser considerada muy grave para el gobierno de los EEUU”.

También afirmó que no se sabe si Núñez Santos estaba actuando solo o si pertenecía a alguna red de pornografía.

No obstante, precisó que si encuentran “algún indicio de que haya cometido algún delito en el Perú", se activarán las unidades especializadas en este tipo de delitos. También manifestó que Núñez Santos esperaba la audiencia de detención preventiva para determinar si es extraditado a EEUU.

El Departamento de Justicia indicó que un juez de un tribunal de distrito federal determinará cualquier sentencia, tras considerar las Pautas de Sentencia de EEUU y otros factores legales.

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    Karen Sánchez

    Corresponsal de la Voz de América, en Bogotá, Colombia. Fue periodista de diferentes periódicos y revistas de EL TIEMPO Casa Editorial. Comunicadora social y periodista de la Universidad de la Sabana, donde fue becaria. Hizo parte del equipo de comunicaciones del programa de Gobierno Digital del MinTIC de Colombia. Formada en Libertad de Expresión por la Sociedad Interamericana de Prensa y la Universidad Católica Andrés Bello.

     

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