Varios senadores demócratas de Estados Unidos exigieron a la administración Trump que ponga fin a las políticas antiinmigrantes que niegan asilo a venezolanos, cubanos, nicaragüenses y otros que se ven forzados a huir de sus países.
En una carta fechada el lunes 14 de septiembre y dirigida al secretario de Estado, Mike Pompeo, y al subsecretario de Seguridad Nacional, Chad Wolf, los senadores deploraron la política de la administración de forzar a los solicitantes de asilo a permanecer en ciudades peligrosas de México y su historial de deportarlos de vuelta a las dictaduras de las que escapan.
La carta está firmada por los senadores Bob Menéndez, el demócrata de mayor rango en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y sus colegas Dick Durbin, Patrick Leahy y Ben Cardin.
“Las políticas de la administración de expulsar y poner en peligro a los refugiados y solicitantes de asilo de Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros países envían un mensaje de insensibilidad, crueldad e indiferencia por los derechos humanos que alimenta la agenda de nuestros adversarios de poner en duda el papel excepcional de Estados Unidos como faro de libertad y democracia”, dicen los senadores.
La misiva expresa preocupación de que el gobierno esté obligando a estos migrantes vulnerables a regresar a algunas de las ciudades más violentas de México, donde se ha reportado que son víctimas de extorsiones y secuestros de grupos criminales organizados.
También menciona reportes de que más de 1.100 solicitantes de asilo y migrantes regresados a México han sido asesinados, asaltados, violados sexualmente, torturados, secuestrados y asaltados violentamente.
“Muchos funcionarios mexicanos de inmigración han sido acusados de corrupción y México aparentemente es incapaz de proteger adecuadamente a esos migrantes de tales crímenes”, dice la carta.
“Nos perturban los reportes de que mujeres y adolescentes venezolanas que llegan a la frontera de Estados Unidos y que han tenido el coraje de huir de una dictadura y escapar a la violencia criminal y al tráfico humano de grupos armados ilegales, son regresadas por la administración Trump a enfrentar amenazas similares del crimen organizado y la violencia en México”, agrega el documento.
En este año fiscal, señalan los senadores, Estados Unidos ha deportado a más de 100 venezolanos, más de 1.300 cubanos y cerca de 1.000 nicaragüenses, cuya mayoría no tenía historial delictivo y ahora se enfrentan a represalias en sus países.
“No vemos cómo negar protección e infligir más sufrimiento a los venezolanos, cubanos, nicaragüenses u otros que huyen de regímenes brutales contribuye a la política exterior de Estados Unidos y a intereses humanitarios”.
Los senadores condenaron también el historial de la administración de deportar a individuos y familias a las dictaduras de las que se vieron forzados a escapar, lo que, de acuerdo con la misiva, equivaldría a una violación de la ley estadounidense que prohíbe las devoluciones en estos casos.
La carta concluye pidiendo la abolición de estas políticas inmediatamente y mantener el derecho de solicitar asilo en Estados Unidos.