El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, ha pedido a los talibanes que cumplan con su compromiso de cesar los ataques contra soldados estadounidenses en Afganistán.
Pompeo realizó una videoconferencia con el mulá, Abdul Ghani Buradar, el segundo al mando del grupo insurgente afgano y jefe de la oficina política en Qatar, en un momento de crecientes demandas de legisladores estadounidenses al presidente Donald Trump para que se investiguen reportajes periodísticos según los cuales Rusia habría ofrecido recompensas a los talibanes por matar a soldados estadounidenses en Afganistán.
“El Secretario dejó claras las expectativas para los talibanes de que cumplan con sus compromisos, que incluyen no atacar a estadounidenses”, dijo el martes la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.
Por su parte, los talibanes dijeron que Baradar le reaseguró a Pompeo que la insurgencia musulmana no le permite a nadie usar territorio afgano para planificar ataques contra otras naciones.
“No es cierto. Nosotros ya hemos rechazado eso”, dijo el portavoz político de los talibanes, Suhail Shaheen, a la Voz de América desde Doha, la capital de Catar, cuando se le preguntó si Pompeo abordó el tema de la supuesta colaboración entre Rusia y los talibanes.
“Baradar una vez más reiteró que los talibanes están comprometidos con no permitirle a nadie usar suelo afgano (para lanzar ataques) contra ningún país”, dijo Shaheen.
En un reportaje exclusive publicado la semana pasada, el diario The New York Times, citando fuentes anónimas, reportó que Trump había sido informado sobre las supuestas recompensas rusas, pero que no hizo nada al respecto.
Trump ha negado haber recibido tal informe.
“La inteligencia es verificada antes que llegue al presidente de Estados Unidos. Y en este caso, no fue verificada”, dijo la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, cuando le preguntaron si el Presidente había sido informado.
Shaheen dijo que Baradar también reiteró el compromiso de su grupo con el acuerdo de paz alcanzado con Washington, el cual requiere que todas las fuerzas estadounidenses y de la Coalición salgan de Afganistán para julio del 2021, a cambio de las garantías de los talibanes de no cometer actos terroristas.
El pacto, firmado en Doha el 29 de febrero también obliga a los insurgentes a buscar la reconciliación política con otros grupos afganos mediante negociaciones directas que pongan fin a décadas de hostilidades en el país.
Sin embargo, la creciente violencia en los campos de batalla y un lento intercambio de prisioneros entre el Gobierno afgano y los talibanes, ha retrasado una muy anticipada negociación entre afganos que había sido inicialmente programadas para el 10 de marzo.
Shaheen, dijo que Baradar le dijo a Pompeo que el retraso en las pláticas afganas se debía a que el Gobierno de Kabul no liberó a unos 5.000 prisioneros talibanes, tal como se estipuló en el acuerdo.
Funcionarios afganos dicen que han libertado a unos 4.000 prisioneros talibanes hasta la fecha, mientras Shaheen dice que su grupo también ha liberado a 737 de unos 1.000 soldados afganos que están en poder de los talibanes.
Shaheen señaló que Pompeo pidió a los distintos bandos afganos que reduzcan la violencia, asegurando que el jefe de la diplomacia estadounidense habría reconocido que el grupo insurgente ha “reducido sus actos de guerra al no atacar ciudades o grandes bases militares”.
Según lo establecido en el acuerdo entre los talibanes y Estados Unidos, los insurgentes no están supuestos a atacar a tropas estadounidenses o miembros de la Coalición, y se les exige reducir operaciones de guerra contra las fuerzas de seguridad afgana en la víspera de las negociaciones de paz entre los afganos.
Shaheen dijo que en la conferencia con Pompeo, el jefe negociador de los talibanes pidió la liberación de los prisioneros afganos restantes en la prisión de la base militar en la Bahía de Guantánamo, Cuba. Baradar también exigió a Washington la liberación de Hajji Bashar Noorzai, un narcotraficante afgano que cumple una condena de cadena perpetua en una prisión estadounidense por su papel en el narcotráfico internacional, dijo el portavoz talibán.