El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, denunció nuevamente este jueves lo que la administración del presidente Donald Trump considera la “amenaza de China” para el futuro del mundo libre.
En una intervención en la Biblioteca Presidencial Richard Nixon, en Yorba Linda, California, Pompeo recordó el casi medio siglo desde que el secretario de Estado, Henry Kissinger viajó a China en 1971, como lo hizo Nixon en 1972.
“El viejo paradigma del compromiso ciego con China ha fallado, no debemos continuarlo, no debemos volver a él”, sentenció.
El discurso de Pompeo viene antecedido por una serie de acontecimientos que en una semana han crispado las relaciones entre ambas naciones.
El miércoles (22 de julio), EE.UU. ordenó el cierre del consulado chino en Houston, Texas. Esta misma semana un informe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado acusó en un informe a China de fomentar un espacio cibernético con aires autoritarios y de expandir la influencia del Partido Comunista chino para remodelar las reglas del ciberespacio.
Además dos hackers chinos fueron acusados por el Departamento de Justicia de robo de información confidencial de empresas en todo el mundo.
Tras valorar los esfuerzos de Nixon, Pompeo dijo que los compromisos que EE.UU. ha estado buscando “no han traído el tipo de cambio en China que el presidente Nixon esperaba inducir”.
“Abrimos nuestros brazos a los ciudadanos chinos, solo para ver al Partido Comunista de China (PCCh) explotar nuestra sociedad libre y abierta”, aseveró.
El secretario de Estado alertó, como lo hizo recientemente el secretario de Justicia, William Barr, que China es cada vez más “autoritaria” en casa y “más agresiva en su hostilidad hacia la libertad en el extranjero”.
Recordando un reciente viaje a Hong Kong, Pompeo se refirió a sus conversaciones con un alto funcionario del PCCh y dijo que ofreció “muchas palabras, pero ninguna oferta para cambiar su comportamiento”.
Dijo que “comerciar con China no es como comerciar con una nación normal y respetuosa de la ley”, reiteró su advertencia de semanas anteriores sobre el ritmo de las relaciones con el gigante asiático, indicando que si las empresas estadounidense invierten en China, “pueden apoyar de manera intencional o no los graves abusos contra los derechos humanos del Partido Comunista”.
Pompeo acusó a estudiantes chinos de, no solo perseguir el conocimiento en universidades de EE.UU. sino trabajar “en beneficio del PCCh o sus representantes”.
También expresó que el Partido Comunista de China “teme más a las opiniones honestas del pueblo chino que a cualquier enemigo extranjero”.
“Es hora de que las naciones libres actúen”, alentó Pompeo, y pidió a la comunidad internacional exigir responsabilidad al gobierno de China.
Al responder a preguntas del presentador de la velada, Pompeo señaló que tal como el presidente Trump anunció este jueves sobre las conversaciones con el mandatario ruso Vladimir Putin, EE.UU. invitó a China “pero rehusaron participar”.
El secretario de Estado criticó el modo en que las administraciones anteriores,, e incluso otros países llevaron sus relaciones exteriores con el gobierno chino.
“No se puede volver a las prácticas pasadas solo porque son cómodas o convenientes”, concluyó Mike Pompeo.