El Congreso de Estados Unidos debate la aprobación de un quinto paquete de estímulo, de tres billones de dólares, que se utilizaría para reactivar la economía y aliviar las tensiones en una población golpeada por la pandemia, no solo en términos de salud, sino financieramente.
Los demócratas, en la Cámara de Representantes, aseguran que beneficiaría a quienes están en primera línea en la guerra contra la COVID-19.
“Hay trabajadores muy esenciales y queremos asegurarnos de que esos trabajadores esenciales que están trabajando allá afuera todos los días, sean pagados; porque los estados y gobiernos locales han perdido mucho dinero, así como nuestros hospitales”, explicó la representante demócrata Donna Shalala a la Voz de América en una entrevista vía Skype.
La propuesta de la oposición, según la legisladora, contempla una segunda ronda de cheques de apoyo financiero. “Es el dinero que ellos enviaron a Washington, nosotros simplemente lo estamos devolviendo”, esgrimió Shalala.
Se espera que el proyecto de ley se someta a votación el viernes, pero ya cuenta con oposición entre legisladores republicanos en la Cámara y el Senado, donde debe ser aprobado antes de poder ser firmado por el presidente Donald Trump.
El representante Mario Díaz-Balart dijo en entrevista con la VOA que “no hacen falta tres billones de dólares, en la forma que [la presidenta de la Cámara de Representantes] Nancy Pelosi lo quiere hacer”, aunque reconoció que “hay que ayudar todavía a personas que están sufriendo”.
Pelosi ha afirmado que la Cámara, de mayoría demócrata, aprobará el proyecto y que posteriormente negociará con la contraparte republicana. “Esto es algo que nuestro país necesita”, dijo.
En el Senado se encontraría con la posición del líder republicano, Mitch McConnell, que ha sugerido “pausar” las legislaciones sobre la pandemia.
Estados Unidos experimenta la tasa de desempleo más alta desde 1939, debido a la crisis sanitaria. La Casa Blanca, preocupada por el impacto económico, aboga por la reapertura gradual de la economía, una idea que también enfrenta oposición.
"Lo que está diciendo la Casa Blanca es que estamos dispuestos a sacrificar vidas para abrir la economía. Esa es una alternativa falsa", dijo Shalala.
Para Díaz-Balart, hay que encontrar un equilibrio entre la seguridad de los ciudadanos y la necesidad de reactivar la economía del país.
"Hay que hacerlo de una forma responsable y yo creo que la administración está tratando de llegar a ese balance, al igual que los estados”, sostuvo.
El proyecto de ley contempla 75.000 millones de dólares para realizar más pruebas de coronavirus y pagos directos de hasta 6.000 dólares por hogar.
Otros 10.000 millones se otorgarían en subsidios de emergencia para pequeñas empresas y 25.000 millones se entregarían al Servicio Postal de EE.UU.
(Con la colaboración de Herbert Zepeda)