Las nuevas medidas tomadas por el gobierno de Estados Unidos que exigen una prueba de coronavirus negativa a todas las personas que entren al país han sido elogiadas como necesarias, pero presentan inconvenientes para los viajeros.
El propósito es reducir la propagación de COVID-19 a través de los viajes, en un momento que se ha visto surgir en varias partes del mundo una serie de variantes que se propagan con mayor rapidez, explicó el lunes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en una conferencia de prensa.
El Departamento de Estado advirtió a los ciudadanos estadounidenses que deben reconsiderar los viajes no esenciales al extranjero.
Citó tres nuevos riesgos que enfrentan los viajeros debido a las nuevas reglas de presentar una prueba de coronavirus: la accesibilidad a esos test en el exterior y su tiempo de caducidad, la posibilidad de tener que permanecer en el extranjero si alguien da positivo y la dificultad de acceder a atención médica financiada en otro país.
Las agencias de turismo ya comenzaron a confrontar dificultades, porque de pronto muchas personas que pensaban salir de vacaciones al extranjero tienen que averiguar cómo y dónde van a conseguir una prueba de COVID-19 en sus puntos de destino.
Otros países ya tenían desde hace meses restricciones similares. En EE.UU. se permite presentar dos tipos de test: el PCR, cuyos resultados tardan de dos a tres días, y las pruebas rápidas de antígenos.
Según la agencias de viajes, muchos centros turísticos van a suministrar las pruebas en sus predios, en algunos con un pago y en otros gratis. Sin embargo, United Airlines dijo la semana pasada que había tenido un aumento de las cancelaciones desde que la medida fue anunciada.
Un punto importantes es que no hay una cuarentena obligatoria para los viajeros que lleguen a Estados Unidos, aunque los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que la prueba tenga lugar de entre tres y cinco días antes de viajar y los recién llegados se sometan a una cuarentena de siete días independientemente del resultado del test.
Los viajeros opinan
El chileno Josué Manárdez, de 16 años, llegó el lunes al aeropuerto internacional de Newark, en Nueva Jersey, con su examen de coronavirus en la mano.
“Hay que cuidarse o tomar ciertas medidas, siempre usar bien la mascarilla, después de comer, tomar algo, lavarse las manos, ponerse alcohol gel”, dijo el joven a la Voz de América.
Otro chileno, Luis Sánchez, expresó su conformidad con las medidas.
“En todos los países del mundo tienen que haber ciertas restricciones, porque nosotros como cultura muchas veces no tenemos autocuidado, aunque generen consecuencias negativas”, subrayó.
Desde el Aeropuerto Internacional La Aurora de Ciudad de Guatemala, Motty Rodas, de la Asociación de Aerolíneas de Guatemala, explicó a la VOA los requisitos que exigen las autoridades estadounidenses.
"La prueba antígeno tiene que ser nasofaringe, es decir, tiene que ser hisopado", dijo.
Agregó que “el gobierno de Estados Unidos está requiriendo que la prueba tiene que llevar el sello del lugar donde se lo están efectuando y el nombre completo de la persona tal y como aparece en el pasaporte, para no tener ningún problema al momento de presentarse a su chequeo en la aerolínea”.
"Si un viajero no tiene la prueba no puede viajar, es un requisito", señaló.
(Con la colaboración de Celia Mendoza en EE.UU. y Eugenia Sagastume desde Guatemala.)