El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya ha dado a conocer algunos puntos clave de su propuesta de reforma migratoria para legalizar a más de once millones de indocumentados que viven actualmente en el país.
A través de un programa de 8 años, los indocumentados que cumplan con los requisitos podrán conseguir la ciudadanía estadounidense. Algunos, como los dreamers, o 'soñadores'; los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) o los trabajadores agrícolas, tendrán períodos mucho más reducidos y automáticamente podrán optar a la tarjeta de residencia permanente.
El mayor reto, sin embargo, será el de lograr los apoyos necesarios en el Senado para que la reforma migratoria acabe siendo una realidad. El senador demócrata Bob Menéndez, que está liderando esta propuesta legislativa, confirmó que ya ha estado hablando con varios de sus compañeros republicanos en la Cámara Alta para negociar algunos puntos del borrador.
“He estado con [el senador por Carolina del Sur] Lindsey Graham y creo que él está dispuesto a apoyar una reforma migratoria”, señaló este viernes durante una conferencia de prensa.
empezamos con una ley audaz que ponga la marca alta y que haya margen de negociación”
Bob Menéndez, senador de EE.UU.
Con todo, subrayó que los demócratas que están trabajando en la confección del texto legal son conscientes de que los republicanos “no van a aceptar” la reforma tal y como se ha presentado, por lo que se deberá abrir un tiempo para abordar aquellos aspectos que deban ser modificados y así lograr un consenso en la cámara.
“Ellos van a querer tener sus impactos y visión en lo que tiene que ser la reforma, y nosotros lo entendemos. Esa es la parte de la negociación, pero empezamos con una ley audaz que ponga la marca alta y que haya margen de negociación”, dijo.
El republicano Lindsey Graham formó parte del denominado “Gang of Eight” (Banda de los Ocho), en el que 4 demócratas y 4 republicanos se unieron para presentar una reforma migratoria en 2013, pero que acabó bloqueada en la Cámara de Representantes, que en aquel entonces estaba liderada por el partido rojo.
Oposición republicana
Marco Rubio, el senador republicano por Florida, también era otro de los integrantes de ese grupo. El legislador cubanoamericano ya ha dicho que esta nueva propuesta supone “una amnistía” para las personas que han entrado al país y han permanecido de forma ilegal.
“Hay muchas cuestiones que creo que podemos trabajar en cooperación con el presidente electo Biden, pero una amnistía general para las personas que están aquí ilegalmente no va a ser una de ellas”, dijo Rubio a través de un comunicado.
Menéndez, que aún no ha hablado con Rubio, confía en que a través del diálogo se puedan encontrar vías de solución. Sobre las palabras de Rubio y otros republicanos como Ted Cruz, que también consideran este texto como una amnistía para la inmigración ilegal, el senador por Nueva Jersey criticó la postura que ha tenido el Partido Republicano en ese sentido.
“Si el Partido Republicano quiere continuar siendo el partido anti-inmigrante, ese será su derecho. Pero no creo que ese sea el futuro”, señaló recordando que “según varias encuestas, republicanos y demócratas apoyan una reforma migratoria”.
Solución en Centroamérica
Menéndez también hizo alusión a un apartado de la reforma migratoria que tiene que ver con los países de Centroamérica. El legislador apuntó que en ese texto se ha tenido en cuenta el proyecto que el propio Joe Biden impulsó hace más de cuatro años, cuando era vicepresidente de Estados Unidos, para ayudar a Honduras, Nicaragua, Guatemala o El Salvador.
“Se ha incluido el proyecto para confrontar a las maras, a los narcotraficantes y ayudar económicamente a las ciudades”, manifestó convencido de que si se logra combatir a la inseguridad, gran parte de la población no va a tener necesidad de emigrar.
El senador demócrata espera finalizar el borrador en unas tres semanas. Después empezará la etapa de negociación con algunos republicanos. Para que el proyecto tenga luz verde se necesitan 60 votos favorables. De momento solo cuentan con 51 votos: 50 de los votos procedentes de los senadores demócratas y uno -en caso de empate- de la vicepresidenta Kamala Harris que, a su vez, ejerce de presidenta del Senado.
“Quisiera lograrlo este año”, admitió Menéndez.