El presidente Donald Trump dejará el cargo el miércoles 20 de enero y Joe Biden será investido como el nuevo presidente de Estados Unidos para un período de cuatro años.
En este traspaso de poderes, Trump se convertirá en un expresidente y al mismo tiempo en un ciudadano común, exento de los privilegios de la primera magistratura y al mismo tiempo de las protecciones que tiene un presidente ante la ley.
Sin embargo, la condición de expresidente de Estados Unidos no es como la de cualquier ciudadano que haya llegado a la edad de retiro y su vida dependa de sus ahorros y alguna pensión.
¿Qué privilegios tienen los expresidentes?
Antes de 1958, ningún expresidente estadounidense recibía una pensión ni otros beneficios del gobierno federal. Una ley aprobada ese año emitió una serie de beneficios.
La legislación otorgó a los expresidentes y sus esposas una protección de por vida del Servicio Secreto, una pensión, personal y gastos de oficina, y seguro de salud.
Los expresidentes reciben una pensión igual a del jefe de un departamento ejecutivo, como los de Justicia, Estado, y otros, que en 2020 fue de 219.200 dólares anuales, y está sujeta al pago de impuestos. Esto es alrededor de la mitad de lo que gana el presidente.
Las viudas de expresidentes pueden recibir hasta 20.000 dólares anuales si no tienen otra pensión.
También reciben fondos para gastos relacionados con la salida del cargo por siete meses, que cubre espacios de oficina, compensación al personal, servicios de comunicación y otros.
Los expresidentes tienen derecho a recibir tratamiento médico en hospitales militares, por el que pagan según las tasas establecidas por la Oficina de Administración y Presupuesto. Quienes hayan servido dos términos pueden adquirir seguro médico de los programas ofrecidos por el gobierno para sus empleados.
¿Recibirá Donald Trump esos beneficios?
La Ley de Expresidentes de 1958 determina que los beneficios son solo para los expresidentes que no hayan sido removidos de su cargo.
El presidente Trump ya fue sometido a un juicio político, del que salió absuelto en enero de 2020, y actualmente el Congreso está en los procedimientos de someterlo a un segundo procedimiento de este tipo, que tendrá lugar después de que abandone la Casa Blanca el 20 de enero de 2021.
No está claro hasta qué punto el nuevo juicio en el Senado contra Trump pueda privarlo de sus beneficios como expresidente si es declarado culpable del cargo de “incitar a la insurrección”. No existen precedentes de que un presidente que ya no está en funciones puede ser “destituido” si no ocupa ya la posición.
Los expertos están divididos sobre el resultado y las implicaciones de este juicio político.
Ningún presidente ha sido destituido de su cargo en la historia de Estados Unidos.
¿Qué han hecho los expresidentes después de salir de la Casa Blanca?
Antes y después de la ley de 1958, algunos expresidentes se mantuvieron activos en otras funciones de gobierno.
John Quincy Adams ocupó un puesto de legislador en Washington después de expirar su término en 1829 y William Howard Taft, quien fue presidente de 1909 a 1913, ocupó después la presidencia de la Corte Suprema de Estados Unidos desde 1921 a 1930.
Otros se retiraron a su vida privada y apenas influyeron o participaron en la política después de ocupar la presidencia.
En los tiempos modernos, algunos expresidentes se han mantenido activos en una serie de funciones extraoficiales para los presidentes en funciones, en ocasiones como consejeros o como representantes para ciertos fines políticos o humanitarios.
Otros han acumulado fortunas como conferencistas y autores de libros de memorias y también han buscado dejar un legado con fundaciones, bibliotecas o museos que llevan sus nombres.