La alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser cambió el nombre de una de las principales calle que confluyen en la Casa Blanca por Black Lives Matter Plaza (Plaza Las Vidas Negras Importan) y pintó ese mismo eslogan en letras amarillas sobre el asfalto, como muestra de apoyo por a las protestas contra la violencia policial en la ciudad y el país.
“Nuestra nación está sufriendo, las personas están ansiosas por ser escuchadas y ser vistas y que su humanidad sea reconocida”, escribió Bowser en un comunicado el viernes, mientras que la ciudad vivía su noveno día consecutivo de manifestaciones en rechazo a la muerte en Minneapolis de George Floyd, un hombre afroestadounidense que falleció cuando se encontraba bajo custodia policial.
Sin embargo, el capítulo de D.C. del movimiento Black Lives Matter criticó la acción de Bowser, llamándola una “distracción” de cualquier cambio real en las políticas de las fuerzas del orden público en la ciudad.
“Esto apacigua a los blancos liberales mientas que ignora nuestras demandas. Black Lives Matter significa retirar fondos a la policía”, escribió el grupo en su cuenta de Twitter.
La alcaldía de Washington D.C. ha sido criticada por no tomar acciones adecuadas para reducir la desigualdad racial en la ciudad, en especial al aumentar el presupuesto de la policía metropolitana, la cual ha sido acusada de actuar de forma desproporcionada contra la comunidad afrodescendiente.
En el presupuesto para el año 2021, la alcaldía disminuyó los fondos para iniciativas de vigilancia local, mientras que más un tercio de los fondos van hacia la policía metropolitana, según la estación de radio local WAMU.
Los agentes de policía en D.C. detienen en mayor medida a las personas negras, a pesar de que son menos de la mitad de la población. Según datos que la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) obtuvo en una demanda contra la ciudad, el 70% de las washigntonianos que son detenidos por la policía son afroestadounidenses.
