Estados Unidos y Bolivia tienen la intención de reponer este año sus embajadores, los cuales fueron expulsados en 2008, afirmó este jueves en Washington el encargado de negocios estadounidense en La Paz, John Creamer.
Creamer dijo que ambos países realizan esfuerzos para normalizar las relaciones bilaterales, pero señaló que pese a las buenas intenciones, el ambiente polarizado en el Congreso de EE.UU. podría dificultar el nombramiento de nuevos embajadores.
"Siempre que las condiciones políticas lo permitan. Saben lo difícil que puede ser el proceso de confirmación”, señaló el diplomático en una conferencia de prensa.
Varias nominaciones para cargos y embajadores en Latinoamérica han quedado congeladas por la oposición de senadores republicanos a la política exterior que lleva a cabo el presidente Barack Obama en la región.
Asimismo, Creamer calificó de "complicada" la relación con Bolivia desde que Washington y La Paz expulsaran sus respectivos embajadores en noviembre de 2008. En esa ocasión, el presidente boliviano, Evo Morales, expulsó al embajador estadounidense y a la agencia antidroga DEA por su supuesto vínculo con un complot de derecha para derrocarlo. Poco después Washington expulsó al embajador boliviano como represalia.
"Tenemos diferencias sobre muchos temas”, señaló el funcionario al agregar que “al mismo tiempo tenemos intereses comunes como la lucha al narcotráfico, el desarrollo económico y la inclusión social".