El saqueo y la destrucción de sitios históricos y artefactos culturales por extremistas del Estado islámico en Irak y Siria ha provocado indignación en todo el mundo.
Los arqueólogos están preocupados de que sitios importantes y sensibles estén dañados permanentemente por los extremistas.
Los expertos y agencias de seguridad están luchando para evitar una mayor pérdida de un patrimonio cultural de valor incalculable.
Las imágenes hicieron noticia y provocaron indignación en todo el mundo, sitios arqueológicos antiguos e importantes siendo martillados y derribados por fundamentalistas religiosos.
Lo que ha sobrevivido al paso del tiempo no ha perdurado la fiebre del extremismo islámico en partes de Siria e Irak, países donde se ubicaba la antigua Mesopotamia, la llamada "cuna de la civilización".
"Es una instalación mayor, lo que algo dice sobre el pasado glorioso de Irak, que es también una parte del mundo. No es sólo la cultura iraquí", dijo McGuire Gibson, especialista en arqueología mesopotámica del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago.
La reciente destrucción en el Museo de Mosul y el sitio de la antigua capital asiria de Nimrud provocó indignación.
"Nos duele, nos enoja, nos deprime. Y están tratando de provocar una reacción", dijo Gibson.
Sin embargo, experiencias anteriores demuestran que los extremistas podrían estar usando esas imágenes de destrucción como una cortina de humo para el tráfico de elementos más valiosos fuera del país.
"Hay gente en el mundo que sabe lo que esto vale, y es muy claro que al menos parte de la destrucción del museo de Irak en 2003 fue traficada al exterior para conseguir (…) artefactos concretos", dijo.
Arqueólogos como Gibson han tratado de localizar y devolver esos artefactos históricos al Museo Nacional de Irak.
Es un esfuerzo que continúa hoy a pesar de los peligros de la región.
"Hay trabajo arqueológico sucediendo hoy en Irak. En los lugares donde es relativamente seguro, el trabajo continúa. Si es o no seguro la próxima semana, no lo sabemos, pero tratamos de trabajar cuando y donde podamos", dijo.
Para ayudar a los arqueólogos que trabajan en terreno, el programa de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) está tratando de reforzar los esfuerzos de educación y recuperación de artefactos en los controles fronterizos cerca de Irak y Siria, según Edouard Planch, de UNESCO.
"El objetivo es tener estos países circundantes con nosotros, conscientes del tráfico, de los tipos de objetos que salen, capaces de capturar las piezas y mantenerlas en un lugar seguro", dijo Planch.
Muchos de los artículos en el Museo de Mosul fueron catalogados digitalmente, lo que ha ayudado a estos esfuerzos.
Pero la recuperación de esos tesoros es a veces difícil. El Museo Nacional de Irak, que se inauguró a principios de marzo tras permanecer cerrado durante 12 años, todavía está en busca de unos 15 mil artículos que desaparecieron en 2003 durante la guerra de Irak.